El Maestro Gaspar Lucas, que se encontraba recluido en el convento de la Merced de Córdoba, por mandato de la Inquisición, en testamento otorgado en la misma ciudad el día lo de lebrero de 1590, nombra como patrón al ermitaño Ginés de Jesús de Nápoles y al Licenciado Pedro de Arenal para que estén y abiten en dicho recogimiento. Estaba imperado en la institución del patronato, que debería ser sacerdote el que estuviere al frente. Dicho hermano era laico, y parece ser que vivió siempre en Jaén, aunque en la escritura se dice que es de Arenal (o Arenas).
Ginés de Jesús estuvo presente en la ciudad de Córdoba, cuando se otorgó la escritura. El Maestro Gaspar había pasado malos momentos en su vida y no podía prestar la atención debida a este pequeño eremitorio, en el que había en este momento varios ermitaños.
Nos hacemos varias preguntas. ¿Cual es la razón por la que nombro a un laico en contra de lo mandado en el codicilo de la fundación?
¿Que relaciones tuvo el tal Ginés con el Maestro Noguera?
No sabemos el momento en que entró Ginés de Jesús en el eremitorio de Chircales. Sucedió después del año 1570. En el año 1585 presta declaración como testigo en un pleito contra D. Agustín Arceo.
Un sobrino suyo, Fernando de Nápoles Fuenmayor, vivía en la ciudad de Jaén, en la colación de San Laurenzio. Al dicho, propuesto como testigo, le consta que los ermitaños tenían la autorización de los señores Obispos y que en el dicho recogimiento había una capilla, en la cual se dice misa y en el que vivía su tío Ginés.
Catalina de Fuenmayor, cuñada del hermano de Ginés y viuda de Fernando de Nápoles, aporta algunos datos interesantes para el conocimiento de este periodo: Por su declaración nos consta que en esta fecha había muerto Gaspar Lucas y que hay una capilla, en la que se dice misa con licencia de los señores Obispos.
El licenciado D. Francisco de Vitoria, prior que fue de Valdepeñas, aporta nuevos dato para conocer este periodo: Conoció muy bien al dicho Ginés de Jesús y Nápoles, sabe que no es sacerdote. Al estar cerca iba con frecuencia a decir misa y veía a los ermitaños. El mismo dio el hábito de ermitaño a algún hermano, con licencia de D. Francisco Sarmiento, Obispo de Jaén, de buena memoria.
Por los testimonios aportados hasta el presente sólo sabemos que hay un pequeño grupo, alguno de ellos es sacerdote, que viven su espiritualidad de ermitaños en el silencio, paz y tranquilidad de Chircales, siguiendo el antiguo lema ora et labora (ora y trabaja). Sabemos que se dice misa en una capilla, que han construido los ermitaños a partir de 1566, sin saber exactamente cuando empieza la construcción y si había anteriormente una ermita pequeña o usaban la cueva del santuario.
Parece ser que Ginés se ganaba la vida trabajando de porquero, como harán con posterioridad otros hermanos.
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