INDICE GENERAL DE LA OBRA

miércoles, 12 de noviembre de 2008

23. Apelación a Roma


Pedro de Vílchez apela a Roma y el Nuncio de Su Santidad en España, nombra, mediante un breve apostólico, como juez al Doctor Montoya, residente en Granada.

Éste manda citar a las partes, mediante un requerimiento hecho el día 23 de septiembre por medio del Notario Alonso Bar. Viene a Valdepeñas a ver in situ la ermita y demás bienes de la fundación el doctor Jerónimo de Montoro: En Chircales, término y jurisdicción de la villa de Valdepeñas, a diez días del mes de noviembre del dicho año de del mil seiscientos nueve años, por presencia del escribano y por Pedro de Vilches Delgado, presbítero, patrón que parece ser de la ermita, casa y bienes del dicho sitio de Chircales, y estando el doctor D. Jerónimo de Montoro, canónigo de la Santa Iglesia, juez apostólico, abrió con las llaves que le entregó el Lcdo. Trujillo, prior de la dicha Iglesia de la villa de Valdepeñas, la ermita y la casa de Chircales, en la cual hay unos cajones, en los que había los ornamentos y bienes siguientes. Del inventario hablaremos con posteridad.

No conocemos la sentencia, aunque por los hechos que vamos a comentar posteriormente parece ser que los bienes de la obra pía pasaron a poder de Pedro de Vílchez, dejando al Obispado la Iglesia y casas construidas. Muerto Pedro de Vílchez estos bienes pasaron a la parroquia, como se deduce de toda la documentación posterior, aunque no hay constancia escrita de ello.

En el inventario de los bienes, hecho, con motivo de la visita del juez apostólico, se entregan estos bienes a Pedro de Vílchez: Todos los dichos bienes del dicho patronato de este inventario, que estaba en la dicha ermita y casa de ella, el dicho Licenciado Pedro de Vilches, patrón, recibió y se obligó a tener los dichos bienes y de dar cuenta de ellos a los dichos patronos, después de sus días; recibió el dicho depósito como tal patrón y así se obligó y firmó, siendo testigos Alonso Sánchez, ermitaño de Chircales, y Francisco Moreno, vecino de Jaén, ante mí el escribano Alonso Pérez Choca.

En un inventario pedido por el Provisor el 8 de mayo de 1612, esto es, a los tres años, al ermitaño Alonso Sánchez manifiesta que, muerto el hermitaño Ginés de Nápoles, persona en cuyo poder estaban los bienes y ornamentos de dicha hermita, se depositaron en poder del Lcdo. Pedro de Moya Romera, presbítero, vecíno de Jaén.

El Provisor ordena que el predicho devuelva los bienes a la ermita y los tenga en depósito el ermitaño Alonso Sánchez. Lo cual indica que no se habían devuelto parte de estos bienes, ya que estaban en posesión del Licenciado Moya, a pesar del mandato del Juez.

Los bienes depositados tienen muy escaso valor, como dijimos en otro lugar. No se hace la menor referencia a los bienes inmuebles que Ginés había dejado en manos de los ermitaños para que cultivasen el trigo ni a la huerta de recreo que tenían cerca de la ermita. Perece ser que el Lcdo. Pedro de Bujeda, ante la triste realidad de pleito, deja Chircales, ya que el que esta al frente del grupo es Alonso Sánchez.

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