INDICE GENERAL DE LA OBRA

miércoles, 12 de noviembre de 2008

21. Petición de Nuevas Pruebas

El Fiscal propone que sean llamados varios testigos a declarar, presentando el siguiente interrogatorio:

1 - Si conocen a las partes y al maestro Gaspar Lucas, prior que fue de la Iglesia de San Bartolomé de la ciudad de Jaén, primer patrono nombrado por Juan Ruiz Castellano.

2. Si saben que el dicho Maestro Gaspar Lucas, primer patrón del dicho recogimiento, fue privado del beneficio por el Santo Oficio de la Inquisición y condenado en cierta reclusión en la que murió.

3. Si saben que Ginés de Nápoles, a quien el Maestro Gaspar Lucas había nombrado como patrón del dicho recogimiento, no era sacerdote, ni tenía orden sagrado y por lo tanto era persona incapaz del dicho patronato, conforme a una escritura presentada por el dicho fiscal otorgada por el dicho Joan Ruiz Castellano, fundador del dicho recogimiento. En ella se requiere que el patrón sea sacerdote.

4. Si saben que los ermitaños que asisten en el dicho recogimiento piden licencia a los señores Obispos y comen de su sustancia y tienen capilla para decir misa con licencia de los señores Obispos.

El Fiscal propone como testigo a Fernando de Nápoles, de oficio cotonero, residente en Jaén, sobrino de Ginés, a Catalina de Montemayor, cuñada de Ginés, a Francisco Luis Delgado, Presbítero, de la parroquia de San Bartolomé, y a Francisco de Vitoria, Prior de Valdepeñas.
Las testificaciones aportan pocas novedades.

Todos los testigos conocen el confinamiento de Gaspar Lucas, al ser un hecho tan notorio y al ser éste un personaje muy conocido en Valdepeñas, como hemos dicho anteriormente. Uno de ellos especifica que murió en el convento de la Merced de Córdoba. Hay otros aspectos en las declaraciones que tienen mayor interés, esto es, que los ermitaños tenían la autorización para vestir el hábito de D. Francisco Sarmiento, que se decía misa en la ermita con licencia de los Obispos, que el mismo prior bajó a Chircales a ver a los ermitaños y que en alguna ocasión impuso el hábito a alguno de ellos con la autorización del Obispo. El prior especifica que en Chircales sólo se admitían los que aprobaba Ginés, como patrón de la dicha fundación, aunque se requería la autorización episcopal para vestir el hábito de ermitaño.

En cuanto al sistema de vida, es interesante la declaración de la cuñada de Ginés que afirma que cada uno de los ermitaños vivía de los bienes que tenía y de los que adquiría con su trabajo, como dijimos al principio. No se trataba, por lo tanto, de una vida comunitaria en sentido total. Sólo ponían y tenían en común ciertas cosas, como la siembra de trigo y hortalizas en la finca de la fundación, etc. Ello explica que entre los utensilios de cocina, todos tengan una vajilla personal para hacerse la comida, como vivos al hablar del inventario.

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