¿Existió con anterioridad algún eremitorio en Chircales? Es posible que en la época visigótica existiera un eremitorio, ya que Valdepeñas estuvo poblada en estos momentos. Conocemos que San Isidoro de Sevilla hizo una regla para los monjes. Por curiosidad he intentado documentarlo, pero en la biografía manejada no aparece ningún dato concreto.
El primer enigma que se nos presenta es preguntarnos cuál fue el destino de las cuevas de Chircales en tiempos pretéritos. Estas cuevas, dada su morfología, ubicación y entorno, rico en aguas, debieron estar habitadas en las distintas épocas históricas. Han aparecido indicios de ello, pero en este momento, nos interesa estudiar la posibilidad de que hubiera algún grupo religioso viviendo en estos parajes, en lo primeros siglos de nuestra era.
Al no tener documentación escrita, sólo nos movemos en el terreno de las hipótesis y conjeturas.
Por su estructura estas cuevas eran muy aptas para una experiencia religiosa.
Todas las cuevas se localizan muy cerca del actual santuario.
Serafín Parra Delgado y Andrés Moral han levantado la topografía de las cuatro existentes, con un dibujo hecho por éste último, que han tenido la gentileza de dejármelo para su publicación; tres de las cuales son desconocidas por la mayor parte de los valdepeñeros, ya que se encuentran actualmente en una propiedad privada en la parte alta del santuario.
La más importante y más conocida, llamada la cueva de los milagros, está adosada al mismo santuario. Es la más interesante. La cueva es natural, pero han sido picados los laterales y la parte alta hasta formar una bóveda. Lo más curioso de ello, es que hay dos especies de columnas labradas muy toscamente a unos dos metros de la entrada. El fondo de la cueva se estrecha un poco y da la impresión de que hubo en ella alguna hornacina o altar pequeño al fondo de la entrada. Los laterales de la cueva están mucho más bajo en ellos se podía extender perfectamente un camastro para poder dormir. Da la impresión que esta cueva pudo dedicarse a oratorio. Muy cercano a la entrada actual debió existir un tabique de piedra y tal vez una puerta. No se ve en ella restos de pinturas, al haber sido picada en los tiempos presentes toda la bóveda.
La segunda es alargada, tiene 5 metros de profundidad. Es una bóveda. Aunque la cueva es natural, está muy picada, ya que el cañón perfecto. La cueva debió estar habitada, ya que en la parte superior aún aparecen restos de una viga que estuvo cogida con yeso, para tapar el gran hueco de la entrada.
La Tercera casi circular, tiene 5 metros y un desnivel de 3 metros. En la actualidad está llena de basura. También está labrada como las anteriores. Hay rastros en ella de haber estado habitada.
La cuarta es también alargada y mucho más pequeña. Tiene una hornacina de yeso, posiblemente muy antigua. También estuvo habitada.
Estas cuevas estuvieron, sin la menor duda habitadas, aunque es difícil determinar el tiempo, al no haberse hecho ningún tipo de excavaciones, con el fin de estudiar los restos que deben estar enterrados en el subsuelo.
¿Estuvieron habitadas en la época hispano-romana-visigótica?
Con el fin de estudiar esta posibilidad, es necesario que conozcamos lo que sucedía en Valdepeñas y en su entorno en estos momentos.
Existe una antigua tradición de la venida de San Eufrasio a cristianizar Illiturgis. El cristianismo en esta zona comenzó a asentarse muy prontamente, ya que asisten al Concilio de Elvira, celebrado en el año 330 o 314, varios obispos de la provincia.
Sabemos que en Tucci, hoy Martos, hubo una comunidad cristiana a principios del siglo IV. Sus Obispos participaron en el Concilio de Elvira (Granada) y en los Concilios I y II de Sevilla y en los de Concilios III, IV, VI, VIII, XII, XIII, XV, y XVI de Toledo.
Esta ciudad tuvo una gran importancia, ya que llegaba a acuñar moneda durante los reinados de Leovigildo, Sisebuto, Suintila, Ervigio, y Egica-Witiza.
Por su configuración geográfica el grupo cristiano de Valdepeñas debió pertenecer a Martos.
En Alcalá la Real, tan cercana a Valdepeñas, apareció un calendario litúrgico con las fiestas de los apóstoles?
En Alcaudete, también en el entorno de Valdepeñas, apareció un fragmento de sarcófago que presenta las escenas de la resurrección de Lázaro y el combate entre David y Goliat. Está datado a mediados del siglo V o principios del VI.
En Torredonjimeno apareció un magnífico tesoro de orfebrería visigótica, compuesto de cruces de oro con inscripciones de los oferentes y de los santos a que son ofrecidas.
En Bailén (la antigua ciudad romana Baecula) existió un monasterio de monjes. En una inscripción se informa sobre la construcción de un templo por el Abad Locuber y de la ubicación en ella de dos coros.
En Mentesa, hoy la Guardia, sus Obispos asistieron a los Concilios III, I V, V, VI, VII, VIII, IX, X, XIII, XIV, XV y XVI de , Toledo. La ciudad tuvo una ceca para acuñar monedas, ya que fue una ciudad muy importante.
En Cástulo (entre Linares y Baeza) hubo una comunidad Cristiana muy importante, asistiendo, a comienzos del siglo IV su 0bispo, Secundino, al Concilio de Elvira y los posteriores a los concilios de Toledo. Esta Ciudad ya estaba cristianizada en la época hispano romana.
En Rus, ha aparecido un oratorio rupestre visigodo en el cortijo de Valdecanales, que presenta todas las características de los elementos decorativos que usaban los rnozárabes, clue pervivió durante la dominación musulmana. Este oratorio esta incrustado en la misina roca y presenta cierta semejanza con las cuevas de Valdepeñas; mide de 4,70 metros de ancho por 8,50 dfe largo. Junto a esta hay otras dos cuevas.
En Cazalilla, en la Atalaya, apareció una necrópolis visigótica.
Esta breve exposición de la situación religiosa en nuestro entorno nos lleva a la conclusión de que en Valdepeñas debió existir un grupo religioso, en sus inicios hispano-romano y posteriormente visigótico. Valdepeñas fue colonizada por los romanos, como se desprende de las varias monedas encontradas de esta época. Posteriormente debió asentarse un grupo hispano romano visigótico, que tenia dos núcleos. Uno en la actual Valdepeñas. Esta población estaba situada en lo que hoy llamamos la Chirina, palabra que tiene resonancias romanas junto con la palabra Tornera, con la que se llamaba a esta población. Esta zona se llamó la loma de los osarios en la fundación de Valdepeñas, ya que eran allí muy abundantes los huesos. Ello fue posible debido a que las tumbas romano-visigóticas existentes, fueron desmanteladas y saqueadas en épocas anteriores a la fundación. Su abundancia debió ser tan grande que dio nombre a la loma.
El otro en la zona del Castellón, que ha sido el asentamiento de todas las civilizaciones que han existido en Valdepeñas.
Es una pena que hayan desaparecido los rastros y restos de estas culturas, ya que la invasión árabe y el tiempo terminaron con todo.
De esta época, posiblemente sea el puente de Santa Ana, ya que su estructura es romana, aunque ha sufrido muchas remodelaciones en el tiempo. Su construcción fue tan perfecta, que no ha sucumbido al paso de los siglos, como sucedió con otros puentes del pueblo.
Bastante cerámica encontrada es de esta época. A principios del siglo XVII me sorprendió, que en uno de los interrogatorios presentados por el Fiscal del Obispo, al hablar de Valdepeñas, la llamara la villa del tesoro. Debió ser de tanta importancia el hallazgo, que tuvo mucha resonancia en los ámbitos de la diócesis, aunque la historia ha borrado el menor vestigio.
Como resumen de todo lo dicho es posible que existiera un grupo de monjes, viviendo en las cuevas de Chircales.
Antes de la fundación de Valdepeñas, como veremos posteriormente, ya se habla de que había restos de edificaciones antiguas.
Todo esto hay que situarlo en el terreno de las hipótesis, pero he querido referirlo en esta historia del Santo Cristo de Chircales, con el fin de que muchos paisanos nuestros, que en sus muchas faenas agrícolas se encuentran objetos, cerámica, monedas antiguas, ayuden a descifrar muchos de estos enigmas históricos con sus pequeñas aportaciones. Hoy Lugia está haciendo una labor incalculable. Espero también que las autoridades civiles colaboren en esta magnífica labor que está desarrollando Lugia y tenga Valdepeñas, como otros pueblos, un pequeño museo, hecho con estos pequeños hallazgos que poco a poco vayáis, aportando, desinteresadamente. Aquello que a simple vista no tiene importancia, Por ser viejo e incluso destrozado, puede tener un gran interés histórico y cultural para descifrar muchos enigmas e interrogantes.
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