tag:blogger.com,1999:blog-58785624867245339382024-03-08T00:52:35.539-08:00CHIRCALES Y SU CRISTOVALDEPEÑAS DE JAÉN Y EL SANTÍSIMO CRISTO DE CHIRCALESJosé Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.comBlogger36125tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-77344522470776786022008-11-12T13:53:00.000-08:002008-11-12T13:54:31.233-08:0035. Historia de un Pobre Capellán<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">La última noticia documentada sobre Chircales la encontramos en un pleito que Antonio Gil, vecino de Campotejar, presenta el 20 de junio de 1799 en Jaén contra el Presbítero Joseph Melero, teniente Cura que fue de Campotejar (Granada). Éste, durante su estancia en Campotejar, le pidió en calidad de préstamo la cantidad de 1.800 reales según constaba en una obligación firmada de su puño y letra.<br /><br />El interesado, en declaración hecha ante el Párroco de Valdepeñas D. Tomás de Porcuna, reconoce que la cédula está firmada por él, pero que se la pagó a su debido tiempo al prestamista.<br /><br />El Provisor, Don Francisco Castanedo, previos varios trámites, le condena a pagar la deuda y manda que le embarguen sus bienes.<br /><br /><br /> En declaración ante el Prior, Melero afirma que no tiene más bienes raíces ni muebles que la precisa ropa que de ordinario le sirve, la cual le ha costeado su nominado padre.<br /><br />A continuación dice que es capellán del Santuario de Chircales, más la capellanía que posee es muy corta, la tiene cita y fundada en la villa de Marlos, partido de Calatrava.<br /><br />La capellanía se refiere a unos bienes dejados con unos fines, en este caso para el culto al Cristo de Chircales, cuya administración corresponde al capellán. He estado rastreando en los archivos con el fin de buscar esta capellanía, pero no he podido encontrarla. Sólo quiero hacer constar que es curioso que la memoria a que hicimos referencia anteriormente esté hecha por un vecino de Martos y esta capellanía se funde en Martos, aunque no sabemos si los bienes se encontraban también en esta ciudad.<br /><br />Posteriormente encontré algo referido a este pobre y humilde cura, que sólo tenía la ropa que le dio su padre. Estuvo muy enfermo, se quedó casi ciego y pidió al entonces Obispo que le permitiera decir en casa una de las misas votivas.<br /><br />Con este fin envió una certificación expedida por el médico de Valdepeñas, el Bachiller D. Juan de Arizas. El documento por su interés lo transcribo: Como médico titular de esta villa de Valdepeñas certifico que estoi asistiendo dos años ha a D. Juan Josef Melero, presbítero de esta iglesia, el que en principio padeció una calentura exantemática, la qual terminó en una amacexosis (¿) falsa, la que a beneficio de un método curativo propio a tal enfermedad y causas productivas y sostenido por todo este tiempo, ha ido corrigiéndose de modo que algo confusa y vacilante y es de esperar que se perfeccione y se gradúe en lo sucesivo hasta el estado completo que gozaba en su mejor salud y para que conste donde convenga, doi a su solicitud del dicho D. Juan Melero, y la firmé en esta villa en ocho días de diciembre de este año de mil ochocientos tres.<br /><br />No sabemos, si el pobre y humilde D. José se recuperó totalmente de la vista, ni si le concedieron el permiso pedido.<br /><br />Sabemos que acompañó a su anciano padre al campo y le ayudaba a labrar el trigo y la cebada que éste sembraba en terrenos que otros vecinos del pueblo le cedían a medias, ya que su padre no tenía bienes y ambos eran muy pobres.</span></div><div align="justify"> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-90464634912463225612008-11-12T13:49:00.000-08:002008-11-12T13:51:41.383-08:0034. El Santuario de Chircales en la Época del Obispo Fray Diego Melo de Portugal<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">34. EL SANTUARIO DE CHIRCALES EN LA ÉPOCA DEL OBISPO FRAY MELO DE PORTUGAL<br /><br />Otra gran remodelación de la ermita y aledaños se produce en el año 1804, siendo Obispo de Jaén, Fray Diego Melo del Portugal (1795‑1816), que durante tantos años vivió en Valdepeñas, donde fue muy querido. El Obispo rogó a las ermitas del Valdepeñas que hicieran un préstamo al Santuario de Chircales para terminar de hacer una remodelación completa de él, ya que la ermita no tenía suficiente caudal de dinero para ello.<br /><br />No se puede descartar que entregara también una cantidad fuerte de su propio peculio, como hizo con la Iglesia de San Sebastián y el cementerio.<br /><br />En el libro de visita Monseñor estampa esta diligencia: En atención a no haber satisfecho D. Joseph Antonio Arias los tres mil quinientos sesenta y dos reales que contra sí y a favor de las ermitas de San Sebastián, Santa Ana y San Bartolomé desta villa, resultaron en estas cuentas, ya que en las recibidas al mismo caudal del Santuario del Santísimo Cristo de Chircales resultó alcanzado el santuario en mayor cantidad a favor del administrador. Mandó su Ilma. que el alcance que en estas quentas es contra el citado Arias, vea y se entiende contra el caudal del Santuario, quien queda responsable del pago de tres mil quinientos y dos reales y seis maravedís a las expresadas hermitas, respecto a haverse descontado esta cantidad de el alcance que en las quentas de este resultó a favor del administrador, como consta en la providencia que en las anunciadas quentas dictó su Ilma. Y en ella mandó que por mí el infrascrito secretario de cámara se pusiese en este lugar esta diligencia que firmó en Valdepeñas a once de junio de mil ochocientos y quatro años.<br /><br />D. José Antonio de Arias, que era el administrador de los bienes de la parroquia y de las ermitas, no quedando muy tranquilo al quedarse al descubierto (alcanzado) con el préstamo que había hecho a la ermita de Chircales por orden del Obispo, pidió a éste que hubiera constancia en las cuentas parroquiales, mediante una diligencia, que quedaba responsabilizado el caudal del santuario y su administrador de devolver lo antes posible el dinero prestado.<br /><br />A los tres días, el Obispo firma un auto, ratificando lo dicho anteriormente.<br />Éste tenía una predilección especial por Fernando Cabrera y por este clérigo de Valdepeñas. Ambos estuvieron muy cerca del Obispo como vicecancilleres o secretarios hasta el extremo de que le ayudaban a despachar los asuntos de la diócesis desde Valdepeñas. Al primero lo nombró canónigo de la catedral de Jaén y al segundo le dio un curato de la parroquia del Sagrario de Jaén.<br /><br />Con posterioridad el mismo 0bispo mandó que se restaurara la ermita de San Bartolomé con su dinero, en la que hay la siguiente inscripción: Diego, Obispo de Jaén, levantó esta obra, reinando Carlos, construida con su dinero, 1807.<br /><br />La obra de cementerio y de la ermita debió costar mucho dinero. Como veremos en su lugar.<br /><br />No obstante, el santuario no debía estar muy sobrado de dinero, ya que en el año 1818 aún no había pagado parte de la deuda, y debía aún 854 reales y 33 maravedís a Santa Ana y 2.383 reales y 23 maravedís a San Bartolomé, como consta en las cuentas de este año.<br /><br />Esta demora tal vez se explique porque el santuario hiciera un gasto tan excesivo que le iba a hipotecar para muchos años las rentas de sus bienes.<br /><br />En esta época, como dijimos anteriormente, el santuario tenía administrador propio. Según nos cuenta D. Francisco Tomás de Porcuna, en el año 1781, el Santuario de Chircales tenía un capital bastante fuerte. El caudal de los bienes los describe de esta forma: A distancia de un cuarto de legua, en la misma jurisdicción ay un zélebre y devoto santuario, donde se venera una efigie en lienzo de Cristo Crucificado, con el título del Santo Cristo de Chircales, a donde concurren continuamente, no sólo los naturales de este pueblo, sino muchas jenttes de pueblos muy distantes, con Misas, Votos, Promesas, recíviendo todos los que a este Señor se encomiendan sus travajos y necesidades, reciviendo todos de su infinita misericordia muchos favores y prodigios. Circunda estte templo una mucha ancha bivienda que sirve de aposentamiento a todas las personas que vienen a ofrecer sus corazones y dones a este divina Ymagen; dándoles a cada familia quarto separado con su llave; ay diferentes oficinas para utilidad y servicio de las jentes; tiene quadras y pajares, para el socorro de alvergue de las bestias, que cada persona trae; tiene dos patios, cada uno con su fuente, tiene una hermosa situación, pues está a el pie de un risco poblado de muchos rosales, cipreses y arboles frutales, y muy sabrosas hortalizas para el gusto y regalo de las personas que concurren a dicho santuario. De este risco nace un caudaloso y perenne arroyo, de agua delgada y christalina, del qual se reparten diversas azequias que fecundan y Jerttilizan un pedazo de valle inmediato, más de quatro mil olibas propias de dicho santtuario con su molino de aceite y otras olibas y posesiones de diversos Señoríos.<br /><br />En la Valoración hecha por orden del 12 de septiembre de 1817 para establecer la contribución al Estado aparecen pertenecientes al Santuario de Chircales estos bienes:<br /><br />Un molino de aceite, situado en el Santuario y vale 17.300 reales.<br /><br />Una casa en el Bahondillo, linda con otras de D. Rafael Ximénez, Presbítero y D. José Gamboa y vale 3.900 reales.<br /><br />Posee juntamente con la fábrica de la parroquia y las ermitas de Santa Ana y San Bartolomé, seis celemines de tierra de viña de tercera calidad, sitio de las veguillas del Sacristán, linda a levante con otra de D. Juan Montijano, y a poniente con otra de Gallego Vico y vale 162 reales.<br /><br />Posee diez y ocho cuerdas de tierra de olivos en dicho sitio (Chircales), siete son de segunda calidad, y las demás de tercera, linda a poniente con tierras de Pedro Cortés y a levante con tierras de D. José Ventura Martínez y valen 18.790 reales.<br /><br />Un huerto contiguo a la ermita, de 4 celemines de tierra de segunda calidad, de riego, linda a levante con tierra de D. José Martínez.<br /><br />Posee otro huerto en la Encinilla, de 4 celemines de tierra de segunda calidad, de riego, linda a poniente con el callejón del Duende, y a levante con casa de Pedro Escabias Robles y vale 850 reales.<br /><br />La valoración hecha suma 40.702 reales. Hay que tener en cuenta que no están incluidos los bienes pertenecientes a la capellanía que se agrupó en 1742 con los bienes aportados por el ermitaño Matías de Écija, Matías Ibáñez y Manuel Martos. Al agruparse la capellanía en el mismo testamento consta que se dejaron al Santuario los bienes necesarios para poder mantener el culto. Estos bienes estaban administrados por un administrador, que era distinto del Capellán.<br /><br />El Molino de aceite en estos momentos se encuentra en ruinas. Aún se puede observar, colgando de una inmensa viga de roble o encina, la columna, en torno a la cual daba vueltas el borrico, haciendo girar la piedra, que molturaba la aceituna. Las tres vigas, de un considerable espesor, se conservan en perfecto estado, como si el tiempo no hubiera pasado por ellas. Una, ante la situación ruinosa del molino, se encuentra a la entrada. El Molino posiblemente fue hecho hacia el año 1780, ya que, cuando se incrementa la puesta de olivos en Valdepeñas es a partir del año 1750, como comentaremos en otro lugar. Es curioso que en las distintas fincas o hazas que se agrupan no haya sembrado ningún olivo.<br /><br />Estos bienes, de escasa importancia, dice Madoz,, fueron vendidos en 1822. No obstante, estos bienes, al derrumbarse el Gobierno del trienio liberal en 1823, fueron devueltos.<br /><br />El administrador de estos bienes en este momento D. José Ruiz Molina los arrendó a 14 colonos de Valdepeñas el día 14 de abril de 1824 ante el escribano de Valdepeñas D. José María de Luna.<br /><br />Este caudal es grande, por el hecho de repartirse entre 14 colonos. El Prior de Valdepeñas hablaba de 4.000 olivos.<br /><br />Es superior a las seis fanegas de la fundación de Juan Castellano. Hemos visto como se ha ido incrementando con donativos la masa de bienes del santuario. No hay la menor duda de que en este momento el santuario de Chircales ha llegado a su esplendor, como dijimos anteriormente. Muchas personas han dejado sus donativos al crecer la devoción al Santísimo Cristo de Chircales y sus posesiones no han dejado de incrementarse.<br /><br />Las obras en la ermita y sus aledaños no han cesado casi durante estos dos siglos, como hemos analizado.<br /><br />La vivienda descrita por el Prior es bastante amplia. Muchas de estas edificaciones fueron usurpadas al santuario, ya que el complejo de viviendas llegaba hasta el molino de aceite, y comprendía el espacio superior, donde se encuentran las cuevas descritas. Los muros del edificio de la ermita y de las dos casas adyacentes a la ermita, se conservan aún intactos. Están construidos con bloques de piedra tosca, como se puede observar desde fuera. Estas obras, que empezaron a finales del siglo XVI, terminaron en la época del Obispo Melo.<br /><br />En este momento el culto al Santísimo Cristo de Chircales ha llegado a su gran apogeo, siendo sitio y lugar de peregrinación, No sólo los habitantes de Valdepeñas se acercan a él, sino gentes, de los pueblos vecinos, de Martos, Fuensanta, y los Villares vienen con sus caballerías a ver al Santo Cristo. Incluso tengo noticias que tanto en Martos como en los Villares existió una Cofradía del Santísimo Cristo de Chircales. En la ciudad de Martos debió ser muy intensa la devoción al Cristo, ya que de los exvotos que se conservan, hay varios de ellos que pertenecen a familias de Martos, corno ya hemos visto.<br /><br />Según datos aportados por Serafín Parra, sabemos que el expolio se había realizado ya el año 1841, ya que estos bienes eran de Pedro Miguel Huertas, vecino de Martos, que los hipoteco para quedarse con las alcabalas de los licores y aguardiente de Andujar.<br /><br />Un año después, el día 28 de junio, el mismo Medel da un poder a su hijo Antonio Medel García para que entienda en el asunto de las alcabalas, junto con su socio Juan Ramírez, vecino de Andujar. Es interesante el dato de que el poder se da en Chircales, donde va el entonces escribano de Valdepeñas D. José María de Luna.<br /><br />En el año 1846 Pedro Medel Huertas arrienda un olivar y el molino de aceite a José del Moral Marchal.</span><br /> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-67862694555911806142008-11-12T13:48:00.000-08:002008-11-12T13:49:50.395-08:0033. Teología de la Cruz<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El pueblo de Valdepeñas centró su devoción en el Santísimo Cristo de Chircales, como la habían hecho los ermitaños a finales del siglo XVI. Ello tiene también su explicación histórica. La cruz, como símbolo del triunfo de Cristo sobre la muerte y signo de redención, estuvo siempre presente en la conciencia cristiana. Para Constantino, su victoria bajo el signo de la cruz, era símbolo de poder y gloria.<br /><br />En los primeros siglos el crucifijo era una simple cruz sin Cristo.<br /><br />A partir del siglo X comienza a nacer una fuerte devoción a la figura de Jesús bajo los atributos de su pasión redentora.<br /><br />En la cruz, hasta ahora desnuda y de madera, empieza a configurarse la figura de Jesús, crucificado en la cruz.<br /><br />La cruz es la estrella que ilumina y el talismán que acompaña al hombre en el peregrinar. Los cruzados llevan la cruz, los artistas diseñan cruces pequeñas portadas en el pecho de los devotos, las grandes cruces o las tallas de los crucificados ocupan los frontispicios de los templos.<br /><br />En el pórtico gótico de la catedral de Reims aparece por primera vez el calvario. Frente al Cristo presentado como juez, a partir del siglo XIII aparece un Cristo crucificado, humilde y sufriente.<br /><br />Los pintores, en un gran alarde de imaginación y de arte van a plasmar en sus lienzos, los Cristos crucificados. Ya no los diseñan en la soledad de su muerte. Ahora están acompañados, de María y de Juan, de unas piadosas mujeres, que lo acompañan en su agonía. Agonía que es serena, dulce, sin estertores, Con una gran dignidad.<br /><br />La pasión y muerte del Señor son el centro de toda la vida del pueblo andaluz.<br /><br />La teología medieval trasformo la cruz en signo ornamental. La cruz, sin Cristo, es un aditamento de gloria y de triunfo, la llevan los cruzados en su lucha, las damas en sus pechos, y corona las torres de nuestras iglesias y catedrales.<br /><br />A finales del siglo catorce comienza a aparecer la representación de la pasión del Señor en el teatro religioso.<br /><br />Nace una devoción a la pasión de Jesús. Surge el fenómeno de las cofradías de flagelantes, que quieren identificarse con el Cristo sufriente.<br /><br />En el museo de Amberes se conserva el Calvario del maestro Hendrik van Rijn (1363) en el que aparece un maravilloso Cristo crucificado, acompañado por su madre y San Juan y de rodillas una persona suplicante, que tal vez fuera el mismo pintor, como sucede en la imagen de nuestro Cristo.<br /><br />Es maravillosa la representación de la pasión de Antonello da Messina (1414‑1479) en la que aparece un Cristo crucificado con una gran dignidad y a su lado, clavados en cruces muy originales los dos ladrones y al pie de la cruz María y Juan.<br /><br />Como fondo de la escena un paisaje, un castillo y el cielo azul.<br /><br />En los retablos parroquiales comienzan a colocarse la imagen del Cristo crucificado ( a. 1404).<br /><br />Esta devoción por la pasión va a tener una incidencia muy fuerte en la espiritualidad de los siglos XVI y XVII por estos motivos.<br /><br /> La misa deja de ser un sacrificio de alabanza dirigido por la Iglesia al Padre, para venir a ser la mera representación del calvario; se mira a la hostia consagrada para no morir en ese día; se la pasea triunfante para asegurar una presencia salutífera. El propio misterio de la trinidad es subsumído bajo un signo de la Redención. Es la época de las Trinidades de la piedad, en donde el Padre sostiene a Cristo desclavado de la cruz, sobre la que planea la paloma.<br /><br />El arte va a satisfacer esta devoción a la pasión de Cristo: Una producción a buen precio va a multiplicar los crucifijos de todas clases: pequeños retablos portátiles, cuadros de cabecera, crucifijos tallados por los imagineros.<br /><br />Este amor a la pasión del Señor en esta época hace resurgir la devoción por los viacrucis propuesta por la devoción moderna. Un historiador explica este cambio de esta forma: La religión del final de la edad media apela al cuerpo como a un medio natural de expresión; el cristiano no puede solamente imitar la pasión de Cristo, sino reproducirla; de la misina manera que los flagelantes reproducían la flagelación del Señor, los fieles pretenden caminar como él caminó, caer como él cayó­ de hecho la costumbre consistía en dejarse caer por tierra a lo largo del viacrucis para conmemorar cada caída de Cristo.<br /><br />Desde hacía tiempo los franciscanos de Jerusalén habían adquirido la costumbre de hacer seguir a los peregrinos el camino que Cristo hizo el día de viernes santo; el camino estaba jalonado de estaciones, en las que se paraba para meditar éste o aquel episodio del día con toda naturalidad, los peregrinos dieron a conocer estas prácticas a su vuelta de tierra santa. Se organizan, devociones sobre estos modelos: devoción a las siete caídas, devoción a las llagas, meditación de las palabras de Cristo en la cruz.<br /><br /> En esta concepción del medievo y del barroco se produce un cambio de perspectiva, que es explicado por el teólogo granadino, J. A. Estrada de esta forma: <br />Los orígenes históricos de esta sistematización teológica son bien conocidos: se trata de una cristología sistematizada a comienzo del segundo milenio por San Anselmo de Canterbury, que llegó a ser preponderante en gran parte del medievo. Es una cristología centrada en la teoría de la satísfacción: la encarnación significa el aniquilamiento de la divinidad y es el presupuesto necesario para la pasión, que es la que expresa la significación y finalidad de la encarnación. La muerte de Jesús es la que nos salva, y en segundo plano queda su vida y su obra, que sólo tienen un interés secundario comparados con la pasión y muerte. La obra por antonomasia de Jesús es la de su muerte y ésta es la que tiene un valor soteriológico. De ahí que se separe la soteriología de la vida pública.<br /><br />Esta teología cambia el sentido originario de la cruz. La cruz pierde su sentido trágico y salvífico y se trasforma en signo de triunfo y gloria.<br /><br />Cristo en la cruz es glorificado, sublimado.<br /><br />Francisco de Asís nos hace volver, en la simplicidad de sus Cristos, al Cristo sufriente y doloroso.<br /><br />Francisco de Asís y sus frailes van a dar a toda la edad, media una nueva dimensión a la figura de Cristo: Para Francisco no hay cristianismo sin Cristo, ni Cristo sin cruz. Cristo murió en la cruz, pero toda la vida de Cristo está tejida de cruces: Es el Cristo pobre, siervo, escondido, humillado, servidor, abierto al dolor y compasivo ante la miseria humana. La cruz fue algo permanente en su vida. Siempre prefirió lo que era necio e ignominioso a los ojos del mundo.<br /><br />Este es el camino que elige Francisco y legión de predicadores franciscanos, que van recorrer el mundo anunciando sus florecillas.<br /><br />El misterio de la cruz se sitúa en el acontecimiento más importante y fundamental dela vida de Jesús, ya que de la cruz hemos recibido la salvación. Los demás hechos de la vida de Jesús no tienen sentido sin la cruz.<br /><br />Por este motivo la cruz es centro y arranque de toda la teología y de toda la moral. Se llega incluso a dedicar una fiesta el día 14 de septiembre para celebrar la exaltación de la Cruz, teniendo este día una importancia muy grande para el culto al Santísimo Cristo de Chircales.<br /><br />No Podemos olvidarnos que los capuchinos de Castillo de Locubín, unas de las ramas más observantes de los franciscanos, estuvieron en contacto casi continuo con Valdepeñas durante más de un Siglo.<br /><br />Se constata este hecho en la permanencia casi continua de alguno de estos religiosos en el cumplimiento de las misas de colecturía, que con mucha frecuencia están firmadas por ellos. He llegado a identificar mas de cuarenta religiosos distintos en un año.<br /><br />Es indicativo que llegue a aumentarse la devoción al Cristo de Chircales en este periodo tan frecuentado por los Capuchinos, Franciscanos y Basilios.<br /><br />Incluso en la actualidad la teología está intentando recobrar el sentido franciscano de la cruz.<br /><br />Decía Duquoz en su célebre Cristología: Se pone como objetivo precisar el carácter histórico, totalmente singular de la muerte de Cristo, de poner en evidencia, pues, su significado a diversos niveles de comprensión, de establecer un esquema de ligamen entre la muerte y resurrección para reasumir, por último de modo crítico y particular los datos precedentes, las nociones públicas, rituales y mortales utilizadas por la teología. Sólo dentro de este cuadro las realidades sacramentales y litúrgicas adquieren significado para el hombre de nuestros días: En particular el concepto y el término liberación que hoy se ha convertido en un slogan, es criticado a la luz de la estaurologia.<br /><br />Decía Pablo VI que una Iglesia que camina lejos de la cruz, y va en busca de la apoteosis del triunfo, y olvida el silencio, el testimonio, la cercanía del hombre, el diálogo, ha perdido su camino.<br /><br />La Iglesia nació de la cruz. La cruz no se entiende sin Cristo ni la Iglesia, si el mismo Cristo y su cruz no están en el centro de esa Iglesia. En la eucaristía se celebra el valor único y nuevo de la cruz.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-57755091584268404592008-11-12T13:45:00.000-08:002008-11-12T13:48:30.187-08:0032. Los Exvotos<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />Los exvotos son una ofrenda hecha por un donante a Cristo, a María, a los santos, por un favor, una gracia o un milagro. El contenido de estos exvotos, a través de la historia, ha sido de lo más diverso: Mortajas, fotografías, trajes de novia, hábitos, estatuas pequeñas, tablillas, figuras de latón, cabellera, etc. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />No obstante, la ofrenda más común sigue siendo la cera, que se consume hasta su agonía definitiva al pie del benefactor. La blanca cera de la laboriosa abeja ha estado presente en todas las culturas como ofrenda a la divinidad en cualquier tipo de culto. </div><div align="justify"><br />Uno de los exvotos más bellos han sido los cuadros, hechos por el mismo pueblo, en un momento en que no existía la fotografía. Estas creaciones de la pintura popular tienen un especial embrujo, ya que expresan los sentimientos del pueblo, sin ningún alarde pictórico. </div><div align="justify"><br />Me impresionaron de joven estos pequeños cuadros, hechos por personas con escasos conocimientos de arte, que constituyen un admirable medio para conocer la piedad, vida, mobiliario y vestimenta de la época. Se conservan en la actualidad sólo 11 de ellos, aunque recuerdo que en la cueva de Chircales y en la casa de santero eran muchos más. En la mayor parte de los santuarios han desaparecido estos cuadros, al no saber apreciar el valor histórico que tienen. </div><div align="justify"><br />Los cuadros tienen una sencillez, una naturalidad, un encanto, que entusiasman al espectador. Hay en todos ello un trasfondo de piedad y de gratitud, reflejada en la cara de cada uno de los personajes. En todos ellos el protagonista es un enfermo, recostado en una cama de la época. Junto a la cama uno o varios orantes, de rodillas ante un Cristo crucificado, que en ocasiones se refiere al Cristo de Chircales. En uno de ellos aparece un sacerdote administrando la unción de enfermos. </div><div align="justify"><br />Los cuadros estan pintados sobre lienzo, sobre tabla o sobre madera con preparación de papel. </div><div align="justify"><br />Las enfermedades de las que son curados vienen indicados en tres cuadros: Dos están enfermos de tabardillo y uno de una angina gangrenosa. En los otros se habla de una enfermedad grave. En uno de ellos la curación parece ser que se refiere a unos mulos, con los que se presenta el protagonista ante el Cristo de Chircales. Los cuadros están fechados entre 1855 y 1872. En cuanto al lugar en que se pintaron, la mayoría se hicieron en Martos y otros dos en Torredonjimeno. Ello tiene su explicación por la gran devoción que tenían al Cristo de Chircales en estas ciudades. Creo que los que había de Valdepeñas desaparecieron recientemente y tenían una inferior calidad. </div><div align="justify"><br />Vamos a ver detenidamente cada uno de los estos cuadros, cuyas fotografías pueden verse al final de este trabajo. </div><div align="justify"><br />En el número 1, en la que parece una orante ante un Cristo, y una mujer en la cama. Es interesante el juego de luces del pintor, dentro de su simplicidad: Estando Francisca de Radas gravemente enferma, con un tabardillo, su madre María de los Dolores, miró al Santísimo Cristo de Chircales, pidiendo su salud y estando en esta súplica consiguió su perfecta salud. Año 1856. Esta enferma es de Torredonjinieno. </div><div align="justify"><br />En el número 2 aparecen dos damas, ataviadas con largos vestidos negros, al pie de una alta cama metálica, mirando a la enferma que está recostada y cubierta por una blanca sábana y una colcha roja. Del crucifijo, colocado en un dosel, emana un rayo de luz, que cae sobre el enfermo. El cuadro, pintado al óleo sobre lienzo, tiene un cierta calidad artística. La literatura es la siguiente: Francisca Ariza, de 7 años de edad, enfermó en gravedad, en septiembre de 1876, sus padres imploraron al Santo Cristo de Chircales su salud, alcanzando esta gracia. </div><div align="justify"><br />En el número 3, junto a la cama, de rodillas, aparece una suplicante, sencillamente vestida y un enfermo en una cama de hierro forjado, cubierta con una colcha azul. En el centro de la pared un cuadro con el Cristo. </div><div align="justify"><br />El pintor juega bien con la luz, aunque las figuras son evidentemente desproporcionadas. El letrero sólo es en parte legible y dice así: En acción de gracias por haber recobrado la salud. José Ocañas Valderrama le recordó al Señor de Chircales....<br />Por el apellido el enfermo posiblemente sea de Torredonjillieno. </div><div align="justify"><br />En el número 4 aparece una mujer vestida, con una toca negra, con sus manos cruzadas, ante un cuadro del Cristo de Chircales, que cubre toda la fachada de la habitación. A su espalda un enfermo, recostado en una cama de madera, orlada con un paño azul, con flecos blancos, que tapan al enfermo, dejando ver su cara. El texto que acompaña al cuadro es el siguiente: Hallándose José Pérez García, natural y vecino de Martos gravemente enfermo con una angina gangrenosa, fue curado instantáneamente, cuando con su familia se encomendó a la milagrosa imagen del Santísimo Cristo de Chircales en el 9 de marzo de 1855.</div><div align="justify"><br />En el número 5, pintado sobre metal, aparece un hombre, de rodillas, en actitud de súplica, ante un crucifijo iluminado. En la parte opuesta, una cama de madera en la que aparece recostado un enfermo, al que el sacerdote da la extremaunción y la absolución penitencial. La literatura es ésta: Estando Antonio Donaire López Fernández, vecino de Martos, gravemente enfermo con tabardillo, que se puso a punto de morir, su padre Juan Donaire, se encomendó al Santísimo Cristo de Chircales, aciendo una fervorosa suplica y consiguió su completa salud. Año 1870.</div><div align="justify"><br />El número 6, pintado sobre metal, es de muy escaso valor artístico. En este caso el orante viene acompañado de dos mulos. El milagro parece ser que se polarizó en alguno o en ambos jumentos. El pintor es el del cuadro anterior por estructura del dibujo y sobre todo por la iluminación del Cristo, que es idéntica.. El texto es sólo legible en parte: Hallándose Amador Ferreiro, vecino de Martos, en grave situación en el año 1785...</div><div align="justify"><br />En el número 7, pintado sobre metal, aparece una señora, dando un vaso de leche a una hija, que aparece recostada en una cama, con una colcha rosada. En la pared el Cristo aparece también iluminado. El autor posiblemente sea el mismo del numero 5. El texto es el siguiente: Estando María Inacia Castillo, vecina de Martos, gravemente enferma con tabardillo, casi sin esperanza de vida, en este apuro, se encomendó fervorosamente al Santísimo Cristo de Chircales y consiguió su más completa salud en 1866.</div><div align="justify"><br />El número 8 está pintado sobre metal. Aparece una enferma recostada en una cama de madera. Una señora le está dando algo de comer a la enferma. En la pared aparece la imagen de Cristo crucificado. Aunque no lo dice el texto, el donante es de Martos, de la familia de D. Manuel Caballero Vénzala, canónigo de la Santa Iglesia Catedral. El cuadro tiene escaso valor. El texto es éste: Hallándose enferma Casilda Vénzala Luque se encomendó su madre Francisca Luque y Bonilla a el Santísimo Cristo de Chircales y recobró la salud, año 1856.</div><div align="justify"><br />El número 9, pintado sobre metal, presenta un enfermo reclinado en su cama y tres mujeres, en actitud de petición, mirando a un religioso que de rodillas mira a un Cristo crucificado. Es sin duda el mejor de todos los cuadros, por la armonía de sus líneas, la combinación de los colores y postura integradora de los personajes. El cuadro posiblemente esta pintado en Martos. Tiene cierto aire goyesco. </div><div align="justify"><br />El texto es el siguiente: Pedro Alcántara Giménez enfermó en 1868. Su mujer Juana María Giménez, viéndolo en tan grave estado, imploró su salud al Señor de Chircales. Alcanzada su gracia cumple su ofrecimiento en 1882. </div><div align="justify"><br />El número 10 es el de menos valor de todos ellos. Sólo aparece el Cristo y una mujer en la cama, sin literatura. </div><div align="justify"><br />En el número 11 aparece una enferma en la cama y un hombre de rodillas, ante el Cristo de Chircales, implorando la curación de su mujer. El pintor maneja bien la técnica pictórica y el cuadro tiene una gran calidad. No tiene ninguna inscripción.</span> </div><div align="justify"> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-30155033020225130472008-11-12T13:42:00.000-08:002008-11-12T13:44:56.681-08:0031. El Sentido del Santuario<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Llegados a este momento, quiero hacer unas reflexiones que tienen mucha importancia. Ya he dicho que la ermita de Chircales se trasforma en el santuario de Chircales. Este simple cambio en la terminología demuestra que a partir de principios del siglo XVII existe una gran devoción al Santísimo Cristo de Chircales. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />En el nuevo Código de Derecho Canónico el santuario es una Iglesia o un lugar sagrado, al que por un motivo especial de piedad, acuden los fieles en peregrinación (can. 1230). </div><div align="justify"><br />En el santuario, como expresión, sede y manifestación de una religiosidad popular, aparecen, como elementos prevalentes, el peregrinaje y la devoción del pueblo a un Cristo, a un Santo o a Maria, que se manifiesta con visitas frecuentes, con la entrega de exvotos y la manifestación de otros actos de culto. </div><div align="justify"><br />El santuario es misterio. El hombre busca el encuentro con Dios a través de la soledad. Está fuera del tumulto de la ciudad, normalmente en un sitio alto o en paraje exuberante de frondosidad. El santuario es más que una ermita, y más que un templo. En el Santuario todo gira en torno a una devoción concreta, que crea y recrea algo tan especial y tan profundo que da sentido a un pueblo e incluso a una región. La devoción al Cristo de Chircales llega a identificarse con las raíces religiosas y culturales de Valdepeñas. </div><div align="justify"><br />Nace, como dicen los antropólogos, de la necesidad que el hombre tiene de lo sagrado, en una sociedad tan pobre y miserable, como era la barroca. Las guerras, la peste, el hambre, las enfermedades hacen que el hombre palpe su contigencia y tenga necesidad de implorar los favores divinos. </div><div align="justify"><br />El Santuario es misterio. Es el lugar donde ser realiza lo maravilloso, el prodigio y el milagro y al mismo tiempo es lugar de acogida, donde el hombre se encuentra con lo divino. Al Santuario se acude no sólo para implorar una curación, o la solución a un grave problema, sino para entrar en contacto con Dios, desahogarse contándole sus penas y preocupaciones o implorar una dádiva, o un don en un momento de pena o dolor. </div><div align="justify"><br />El Santuario es creación del pueblo. También ha existido en otras culturas no cristianas. Es el pueblo cristiano, con su religiosidad popular tan característica, el que lo crea y lo recrea, al constatar que en él se encuentra el foco y el centro de su existir. Por este motivo el pueblo crea el Santuario, y el santuario crea la identidad de un pueblo. Es interesante el dato sociológico que el santuario es siempre anterior a una cofradía o a un grupo de personas, aunque posteriormente en casi todos hay una cofradía o un grupo, que termina responsabilizándose de su gestión y mantenimiento. </div><div align="justify"><br />Los santuarios son centros de oración, lugares de retiro y encuentro con Dios y los hermanos; son foco de caridad, sitio de acogida para todos los que Se acercan a sus muros, especialmente para los más pobres, y una luz que enciende la esperanza y la ilusión.<br />Esto ha sido el Santuario de Chircales para los valdepeñeros. </div><div align="justify"><br />El Papa Juan Pablo, ha elaborado, lo que pudiéramos llamar, la teología del Santuario. Viene a recordarnos que no debemos vivir instalados en el presente, sino estar siempre en camino, peregrinando. </div><div align="justify"><br />La peregrinación en un sentido cristiano, nos recuerda que caminamos hacia el Padre asidos por la esperanza cristiana. Es un momento para lo festivo, pero también para la plegaria y el sacrificio. </div><div align="justify"><br />Peregrinar.. ¡Miles y miles de valdepeñeros han recorrido, pisando con sus píes descalzos el polvo y guijarros del largo camino, con la oración y la petición en sus labios! ¡Cuántas luces y cuántas esperanzas han nacido al ritmo de tanto peregrinar!</div><div align="justify"><br />En el ascenso al santuario, el Papa, distingue tres momentos: La partida el camino, y la acogida de los peregrinos cansados del largo caminar y la celebración litúrgica. </div><div align="justify"><br />El santuario como persona moral puede poseer bienes y ser sujeto de privilegios (can. 1233).<br />El código hace una llamada a los rectores para que cuiden el servicio litúrgico, el anuncio de la palabra de Dios, especialmente en la eucarística, la atención a los penitentes en el sacramento de la penitencia y la celebración de otros actos de piedad aprobados por la Iglesia (can. 1234, & 1). </div><div align="justify"><br />El Código de derecho canónico urge la necesidad de que se conserven con seguridad los exvotos de arte popular y de piedad, ya que ellos son parte de la historia de un pueblo (can. 1234, & 2). </div><div align="justify"><br />Los santuarios comienzan a florecer de una manera especial en el siglo XIV y tienen una gran implantación en todas las regiones del mundo. </div><div align="justify"><br />En sus viajes a España ha recordado también el Papa el influjo, incluso en el plano civil, que han tenido los santuarios: Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la memoria de Santiago, en los siglos en que se edificaba como continente homogéneo y unido espiritualmente. Por ello, el mismo Gotee insinuara que la conciencia de Europa ha nacido peregrinando. La peregrinación a Santiago fue uno de los fuertes elementos que favorecieron la comprensión mutua de pueblos europeos tan diferentes, como los latinos, germanos, celtas, anglosajones, y eslavos.</div><div align="justify"></span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-29855917251285171782008-11-12T13:39:00.000-08:002008-11-12T13:42:07.459-08:0030. Agrupación de bienes apra una Nueva Capellanía<span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />El ermitaño Mayor Matías de Écija, con la autorización del Obispo, y D. Matías Ibáñez y Robles, presbítero, junto con D. Manuel Martos Rozas deciden agrupar parte de los bienes del Santuario, los de la capellanía fundada por Ibáñez y los aportados por Martos con el mismo fin.<br />La escritura se hace el año 1742 con los siguientes bienes. </div><div align="justify"><br />El ermitaño Matías de Écija aporta los siguientes bienes: </div><div align="justify"><br />1. Un huerto donado por Miguel de Montoro y su esposa Catalina López el día 3 de enero de 1568, al que hicimos referencia al principio de esta trabajo. Fue valorado en 3.500 reales.<br />El Señor Juez Eclesiástico requirió al entonces Párroco de Valdepeñas el Dr. D. Miguel Bernardo Delgado y Paredes para que hiciera una valoración de las fincas y casas. Nombró como entendidos en la materia a Marcos Extremera, Francisco Castro Cortés y a Juan Sánchez Crespo. </div><div align="justify"><br />2. Un cortijo de teja con 36 fanegas de tierra de lavor y algunos árboles de encinas y quejigos, junto al dicho Santuario de Chircales. Linda con tierras del y con el cerro que llaman de la Bentilla y Arroyo que baja del nacimiento de Chircales, que esta posesión y la antecedente compró el hermano Matías con los réditos y rentas del cercado donado por Gaspar Lucas a su muerte que tiene el cargo de veinte reales de un zenso que se paga anualmente al patronato que fundó Luis de Cazorla en el Señor San Lorenzo de la Ciudad de Jaén.<br />Este cortijo tiene doce fanegas de riego y está valorado en 3.048 reales. La casa se valora en 700 reales. </div><div align="justify"><br />3. Doce fanegas que mandó Dñª Catalina de Castro, viuda de Matías Ibáñez, con carga de tres misas rezadas, a tres reales. Linda dicha finca con el Santuario. Fue valorada en 600 reales. </div><div align="justify"><br />4. Un haza en el dicho sitio de Chircales, de 9 fanegas, de labor, comprada con la venta de un toro donado por Matías Ibáñez Robles, racionero de la Catedral. Linda con el Cortijo llamado de Alarcón y tierras de Matías Ibáñez. Se valoró en 648 reales. </div><div align="justify"><br />5. Otra haza de 16 fanegas de tierra, cerca del Puerto de Locubín, que donó a dicho Santuario Francisco Montiel, difunto, y María Martínez en testamento otorgado ante Francisco de Quesada y Ballartas con cargo de una misa. Linda con tierras de Manuel Martos y con tierras de herederos de Alberto Cortés y con la Dehesa de la Morenilla. Se valoró en 800 reales. </div><div align="justify"><br />6. Dos casas cubiertas de teja, en el Bahondillo, con sus corrales y dos huertos. Lindan con casa de D. Agustín de Arceo y Gabriel Romero, valoradas en 3.000 reales. </div><div align="justify"><br />D. Matías Ibáñez donó un haza de 5 fanegas de tierra de labor, que tiene en el sitio que se llama del Castellón, la mitad de riego. La heredó de Juan Ibáñez, su tío, que a su vez la hubo de Francisca Valdivia, llamada el haza de Juan de la Moza. Linda con el río Susana y por la cabezada con tierras de la Ventilla, del mayorazgo que fundó el contador D. Agustín de Arceo y por el norte con el dicho cerro del Castellón. Se valora en 1.000 reales. La donación empieza a correr a su muerte. </div><div align="justify"><br />D. Manuel Martos Rozas aportó un cortijo de 15 fanegas, de tierra de labor, con una casa de techumbre, cerca del Puerto de Locubín, que lo heredó de Diego de Rozas, su tío. Linda con tierras de las 16 fanegas que donó Francisco Montiel y su mujer María Martínez y tierras de los herederos de Carlos de Viedrna, vecino de Jaén, con la carga de una misa rezada en el Santuario. </div><div align="justify"><br />Se valora en 1050 reales. </div><div align="justify"><br />El día 6 de agosto de 1743 el presbítero Diego Timoteo Guzmán de la Reina, canónigo racionero de la Catedral de Jaén (1721), ante el escribano público D. Francisco Jiménez, agrega a la anterior capellanía un haza de tierra de treinta fanegas de cuerda de labor poco más o menos, en el lugar llamado de los cierzos de Ranera, en las roturas de la Cruz, que las heredó a la muerte de su padre Juan de Guzmán. Lindan con tierras de Don Martín de Quesada Ballartas. Agregó igualmente una viña, en el sitio que llaman de las posesiones, que heredó de su tío Diego de Guzmán. Linda con el callejón que sube del Puente de Ranera y viña de Dñª Luisa Valderas. Tiene un censo de cinco reales al año a pagar a la fábrica de la parroquia. No pone cargas especiales, sino las generales de la fundación, especialmente la atención pastoral en los domingos y días festivos. </div><div align="justify"><br />La donación la hace con la condición de que se segreguen las casas de la calle del Babondillo. A ello se opone el representante de la Capellanía D. Agustín Jiménez de Caño. El Provisor y Vicario General Juan José Martínez Escaño, en auto de fecha 22 de agosto segrega de la Capellanía las dos casas y las agrega a los bienes del Santuario. </div><div align="justify"><br />En el año 1831 el presbítero D. Juan Antonio Extremera, natural de Valdepeñas, y muerto el 22 de marzo del mismo año, cedió al Cristo de Chircales un haza que tenía en la cañada Honda para agregarla a la capellanía del mismo título. Por esta nueva agregación sabemos que los bienes de la Capellanía no habían sido expoliados en 1822. </div><div align="justify"><br />En la fundación establecen las siguientes cláusulas: </div><div align="justify"><br />a. No se podrán enajenar los bienes por ningún motivo. </div><div align="justify"><br />b. El Capellán deberá cumplir rigurosamente con las cargas de misas. Cuando, por enfermedad, no pudiera cumplir con esta obligación, debe mandarlas decir a su costa. </div><div align="justify"><br />c. El Capellán, con las rentas, debe pagar el subsidio, lo que le corresponda a la fábrica de la parroquia y otros censos mandados. </div><div align="justify"><br />d. Deberá decir misa todos los domingos y día festivos. Cuando, por enfermedad, no pueda asistir, deberá buscara a un presbítero que lo sustituya en dicha obligación. Debe sentarse a confesar antes, de la celebración eucarística. </div><div align="justify"><br />c. Será Patrono el que fuere Provisor del Obispado. </div><div align="justify"><br />El Primer Capellán de la Cofradía fue D. Manuel de Martos Castro, clérigo de menores, hijo de Lino de los fundadores y fue nombrado el día siete de junio de 1743 por el Provisor y Vicario General Don Juan José Martínez Escalzo, siendo Obispo el Ilmo. Sr. D. Andrés de Cabrejas y Molina. </div><div align="justify"><br />Chircales se transforma en algo grande por la devoción a su Cristo, su caudal económico va en aumento y el obispo ha nombrado ya un capellán, que es distinto del administrador. Ello es indicio de la importancia que adquiere Chircales. Los bienes se fueron incrementando por las diversas donaciones que les fueron haciendo en el transcurso de los años. </div><div align="justify"><br />Manuel Martos Castro, presbítero, y Doña Isabel Dorotea fundan una capellanía en el año 1776. Manuel. es hijo legítimo de Manuel Martos y Dñª. Francisca de Castro y Dñª Isabel Dorotea Castro de Torres, de estado honesto, es hija legítima de D. Pedro de Castro Malo de Molina y de Dñª María Patricia de Torres. Ambos otorgaron ante Cristóbal de Torres una escritura para fundar una capellanía, nombrando como primer capellán a Pedro de Castro, clérigo de ordenes menores, ordenado el día 20 de diciembre de 1776, por D. Antonio Gómez de la Torre, Obispo de Jaén, hijo de José e Isabel Extremera. Tras un largo pleito el entonces Provisor y Vicario general D. Miguel Saenz González, le otorgó la capellanía por sentencia de 22 de febrero de 1777. </div><div align="justify"><br />D. Manuel deja como bienes la mitad de unas casas principales de tres cuerpos en la calle Real adjuntas a otra media de la dicha Dñª Isabel Dorotea, igual fundadora (valía 10.000 reales) y otra por bajo que linda con casas de D. Francisco González y herederos de D. Andrés de la Chica y Ulloa, Prior que fue de esta villa (valía 4.400 reales). </div><div align="justify"><br />Otra casa de tres cuerpos cubierta de teja con un corral y dos morales y dos olivos en la calle del Bahondillo, que linda con el Hospital y con otras del Santuario del Santo Cristo de Chircales, gravada con un censo de 300 reales y dos gallinas al año, a pagar al Mayorazgo de D. Agustín de Arceo, que la compró a la colecturía de la Iglesia parroquial. </div><div align="justify"><br />Una aranzada de viña y 31 olivos en las posesiones, que linda con otra de Francisco Carrillo y otra de la Fabrica y Manuela de Castro y otra con el callejón que va a dichas posesiones (Valía 5.580 reales). </div><div align="justify"><br />Otra media aranzada de viña y 14 olivos (valía 2.500 reales) en el mismo sitio con un censo de seis reales a pagar a los propios. </div><div align="justify"><br />Dñª. Dorotea donó la mitad de las casas principales que posee en la calle del Real junto a la otra media de Manuel Martos, con el censo de 19 reales a la Capilla de San Andrés. </div><div align="justify"><br />Una viña y olivar en las posesiones con un censo de 233 reales.</div><div align="justify"><br />A los pocos años, en 1786 la capellanía queda libre al contraer matrimonio D. Pedro de Castro.<br />La solicita el fundador D. Manuel de Martos. Se la concede el entonces Provisor y Vicario D. Gregorio Mohamud en fecha 18 de noviembre de 1786. </div><div align="justify"><br />En el año 1771, en un pleito, aparecen otros datos curiosos. Es administrador del santuario el Presbítero Juan Antonio Cortés Extremera. </div><div align="justify"><br />La demanda la presenta el presbítero Manuel de Martos contra Cortés, porque en la casa que el santuario posee en la calle Bahondillo ha hecho una tajea, que perjudica a la que Manuel de Martos tiene junto a la primera, ya que, al desviar el agua, ha causado mucha humedad en su casa.</span> </div><div align="justify"> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-74622440065761787932008-11-12T13:34:00.000-08:002008-11-12T13:39:25.761-08:0029. Otros datos sobre Chircales<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />Los encontramos en el año 1707: Pedro Padilla, vecino de la Villa de Martos, por escritura que otorgó ante Juan Gallego, escribano desta villa, fundó una memoria de una misa rezada en cada año en el Santísimo Cristo de Chircales y la cargó sobre un haza y alibar que donó por escritura pública fecha en seis de octubre de 1706.</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />La obligación empieza en el año 1707. No se cumple hasta el año 1734, ya que el visitador urge el cumplimiento de esta obligación de decir 27 misas no aplicadas. Éstas se dicen en Valdepeñas y no en Chircales. Las misas las dice Contreras, que firma así su cumplimiento. </div><div align="justify"><br />Esta fundación de tan poca monta nos da un dato importante para la Historia. La Fundación la hace no en la ermita de Chircales, sino en el Santísimo Cristo de Chircales. Lo cual indica que lo que empieza a definir a Chircales es el Cristo. El hecho de fundar una memoria al Santísimo Cristo de Chircales indica que ya existe una especial devoción consolidada en Valdepeñas al Cristo de Chircales en 1707. Es curioso que el fundador sea vecino de Martos. Por otra parte, que las misas se digan en Valdepeñas y no en Chircales, como estaba previsto, nos indica que no hay capellán fijo en Chircales, siendo atendidas las misas por los sacerdotes del pueblo y que en esta época no había ermitaños clérigos. </div><div align="justify"><br />Sabemos que en el mismo año se están haciendo obras en la ermita. Es significativo el donativo que hace en su testamento Francisco Serrano de Castro, marido de maría Marin, en el año 1707 y mandó al Santísimo Cristo de chircales un bellon de limosna y que sirva en la dicha obra de la dicha ermita tres días sin interés alguno una pollina que tiene. </div><div align="justify"><br />El donativo y la prestación son indicativos, ya que hace suponer que muchos vecinos devotos del Cristo prestaban sus servicios para las obras que se estaban realizando, en concreto, prestando su burra para que trabajar durante tres días. </div><div align="justify"><br />A los pocos años, el 12 de noviembre de 1723, se hace una nueva fundación Su tenor es éste: Dñª Catalina de Castro, por su testamento, que otorgó ante Joan Gallego de Quesada, escribano desta villa de Valdepeñas, suf echa el día 12 de noviembre de 1723. Mandó se digan dos misas rezadas por su anima e intenzión en cada un año perpetuamente y que dicha memoria corra desde el día de su fallecimiento, que fue el día 20 de dicho mes de noviembre de 1723, cuya memoria se impuso sobre un haza de doce fanegas de tierra poco más o menos que tenía en el sitio de Chircales; cuya memoria es a cargo del Santuario de Chircales, por haber dejado dicha haza, a dicho santuario y dichas misas se han de decir en dicho santuario, como consta en el libro nuevo de visita.</div><div align="justify"><br />Sólo quiero señalar dos datos importantes, que nos descubre esta memoria. Es la primera vez conocida que se hable del santuario de Chircales.</div><div align="justify"><br />La fundación se realiza en dicho santuario, con lo cual se indica que se consideraba que el santuario tenía como tal una cierta entidad jurídica, en la que se podían hacer fundaciones. Este hecho, a simple vista intrascendente, tiene jurídicamente cierta relevancia. Las dos misas de la memoria se deben levantar en la misma ermita, o mejor en el santuario.</div><div align="justify"><br />A partir de este momento el crecer y la expansión del santuario comienzan a ser rápidos. </div><div align="justify"><br />A los catorce años (1737), en un testamento hecho por el presbítero Juan Ignacio de Quesada de los Monteros deja una sustanciosa cantidad de dinero para unas obras que se están haciendo en el dicho santuario de Chircales. Son sus albaceas los presbíteros Juan Ruiz de Contreras y Matías Lorenzo Ibáñez de Robles.</div><div align="justify"><br />En la ejecución del testamento se reseña lo siguiente: Item da el dicho apoderado mil quinientos cinco reales y treinta maravedís que el dicho difunto legó y mandó para una vez al Santuario del Santísimo Cristo de Chircales para que se distribuya por los albaceas en la obra que con licencia del Señor Obispo se está haciendo en el dicho santuario. Así consta del recibo que el citado Matías Ibáñez, presbítero, hizo de dicha distribución.</div><div align="justify"><br />En el testamento original aparece mas claramente el destino de este sustancioso donativo: Asimismo mandó al Santuario del Santísimo Cristo de Chircales, que está en el término desde villa, cien pesos escudos de a ocho reales de plata cada uno para que con ellos se labrase un cuarto arrimado a la ermita del dicho santuario por la parte del poniente para que casso que viviese en algún tiempo capellán en el dicho santuario lo avitase y que su voluntad era no se extraviase la manda en manera alguna y que se le entregase dicha cantidad, luego que falleciese el dicho testador, a Matias Lorenzo Ibáñez, presbítero, vecino desta villa para que por su mano corriese la distribución de dicha manda.</div><div align="justify"><br />Además de esta donación en dinero, hace esta otra: Asimismo mandó al referido santuario del Santísimo Cristo de Chircales quatro platos de plata para que se haga la lámpara para el mismo espacio y que no se distribuya en otra cosa, sino en lo declarado. </div><div align="justify"><br />El cuadro sigue completándose, ya que se afianza el título del Santuario del Santísimo Cristo de Chircales. Sabemos que en este momento no hay nombrado capellán que atienda los servicios espirituales en Chircales, aunque con seguridad tenía su administrador. No obstante Chircales comienza a tener cierta relevancia, ya que uno de los presbíteros más influyentes y económicamente más fuertes, por la cuantía de su testamento y el origen familiar, como vimos en otro lugar, deja la misma cantidad de dinero para Chircales que para la construcción de la catedral de Jaén que se está haciendo en ese momento. </div><div align="justify"><br />En el día tres de febrero de mil setecientos quarenta y dos Matías Lorenzo Ibáñez de Robles, presbítero, junto con su hermano fundan una capellanía para que se celebre un aniversario en el santuario de Chircales. Este presbítero era amigo y albacea de Juan Ignacio de Quesada de los Monteros. Los dos tuvieron una especial devoción al santuario de Chircales. </div><div align="justify"> </div><div align="justify">El tenor de la fundación es el siguiente: Fundó y dotó para después de su fallecimiento un aniversario perpetuo, sus derechos diez y seis reales y diez y siete ms. Que a de satisfacer a esta colecturía el capellán que los referidos fundaron para que se oiga missa todos los domingos y días de fiesta en le referido santuario y lo cumplan sobre posesión única que por sí agregó a la dicha capellanía que es un haza de cinco fanegas de tierra de labor en el sitio que llaman la haza de Juan de la Maza y linda con el río de Susana y con tierras del cortijo de la Bentílla al mayorazgo de que fundó D. Agustín de Arceo y en el cerro del Castellón. Consta de la dicha fundación que se otorgó a tres de febrero de mil setecientos setenta y dos años ante Eufrasio Antonio de Torres, escribano público desta villa.</div><div align="justify"><br />Es cuantiosa la donación que hacen los hermanos en esta fundación y es muy interesante que tenga como fin que se pueda decir misa en el santuario de hircales todos los domingos y días de fiesta, ya que debía de haber estos días una gran afluencia de fieles a ver el Cristo junto con el vecindario de los cortijos cercanos.</div><div align="justify"></span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-4125403647897588582008-11-12T13:26:00.000-08:002008-11-12T13:29:38.778-08:0028. Incremento de la Devoción a partir de la Primera Epidemia<p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Veamos algunos de estos testimonios. Pido de antemano excusas por ser reiterativo, pero creo que es muy interesante el ver, a través de gestos y donaciones, algunas de muy poca monta, cómo se va consolidando y aumentando la devoción al Santo Cristo por parte de nuestros antepasados. Omito, no obstante, muchos datos, al considerar que tienen escaso valor para el conjunto de datos que estamos analizando: </span></p><span style="font-family:trebuchet ms;"><p align="justify"><br />Lorenzo Ruiz de Baldivia, marido de Catalina Cobo, muere el 16 de marzo de 1663 y deja en su testamento a los ermita de Chircales dos reales.</p><p align="justify"><br />Dñª Antonia lbáñez, mujer de D. Francisco de la Puerta, muerta el día 6 de septiembre deja en su testamento a la ermita del Santo Cristo de Chircales un belode toca de gasa de jénero.</p><p align="justify"><br />Dñª Inés de Aranda, mujer de Juan Cobo de Quesada, en su testamento de fecha 28 de febrero de 1668 regala un frontal al Cristo de Chircales.</p><p align="justify"><br />Dñª Catalina de Castro, mujer de Juan Serrano, muerta el 20 de abril de 1668, manda en su testamento que se digan dos misas en la ermita del Santo Cristo de Chircales.</p><p align="justify"><br />Juan Cobo de Hierro, que muere en Valdepeñas el día 22 de noviembre, manda se diga una misa al Santo Cristo de Chircales.</p><p align="justify"><br />El día 20 de octubre de 1674 Dñª Juana de la Chica, viuda de D. Cristóbal de Ibáñez, como dato curioso deja a la ermita de Chircales un nobillo con que lo gastasen sus hijos en lo que les pareciere de aumento de dicha ermita.</p><p align="justify"><br />A partir de estas fechas se va incrementando la devoción al Cristo de Chircales; es frecuente que en los testamentos que se hacen antes de la muerte se equipare la ermita de Chircales con las otras ermitas del pueblo, a las que los testadores suelen dejar unas cantidades de dinero pequeñas, pero que son indicio de que la devoción al Cristo está bastante generalizada en esta época. Posiblemente en esta fecha ya existía administrador de los bienes de Chircales y tal vez capellán, aunque no hemos podido documentarlo. </p><p align="justify"><br />Esta afirmación se prueba por estos testimonios: </p><p align="justify"><br />Antonio Román manda en 1680 que se digan tres misas, D. Francisco Monroy, marido de Dñª Inés de Ayala deja cuatro reales a la ermita en 1682, Bartolorné Gómez Cuadrado en 1683 un real, Pedro Galán un real en 1684, el Presbítero Juan de Quesada deja en 1684 tres reales al Cristo de Chircales. </p><p align="justify"><br />Miguel Galán Casado con María Vega en su testamento de fecha 10 de agosto manda que se entregue al Santo Cristo de Chircales treinta ducados con el fin de que su mujer y los albaceas compren ornamentos para poder decir alli misa. Por este donativo se ve la tendencia a que se diga misa en el santuario con mas frecuencia. </p><p align="justify"><br />Melchior Hidalgo en 1687 deja en su testamento dos reales al Cristo, Martín Jiménez en 1688 otros dos reales. </p><p align="justify"><br />Salvador Gallego muerto el día 14 de abril de 1689 mandó a la ermita del Santo Cristo de Chircales desta villa un añojo negro de bacuno, que ha sido por mi quebrado para ayuda a las obras y hornamentos de la dicho ermita. Dos años después aparece el deseo de dotar a la ermita de los ornamentos sagrados necesarios para decir misa.</p><p align="justify"><br />D. Matías Ibáñez de Robles, casado con Catalina de Castro, tal vez siguiendo el ejemplo del anterior, en 1692 mandó al Santo Cristo de Chircales deste término un toro de cinco años y que el dicho Joan Ibáñez (su hermano y albacea) lo benda y distribuya su balor en la dicha ermita a su boluntad en lo que más bien sea visto.</p><p align="justify"><br />Dñª María Pérez de Aguilera y Biedma, mujer de D. Pedro de la Puerta Robles en 1691 deja dos reales .</p><p align="justify"><br />Diego de Castro, marido de Francisca de Mozas, muerto el día 5 de enero de 1693 deja en su testamento un añojo, siguiendo los ejemplos anteriores: Asimismo mandó a la ermita del Santo Cristo de Chircales extramuros desta villa un añojo de ganado bacuno y que los albaceas los distribuyan en lo que fuere su voluntad.</p><p align="justify"><br />María Gómez a su muerte (22-enero-1698) mandó a la dicha ermita de Chircales un lienzo de un niño Jesús para un adorno y declara que le debe a la ermita treinta reales de una manda que le tenia.</p><p align="justify"><br />María García en el 1701 envía a la imagen de Jesús Nazareno que se pretende instalar en esta Iglesia 50 reales y al Cristo de Chircales 88 reales. </p><p align="justify"><br />Podemos concluir que al finalizar el siglo diecisiete se ha consolidado en Valdepeñas la devoción al Cristo de Chircales hasta el extremo que en la mayor parte de los testamentos, como una obligación no escrita, los que testan con cierto caudal de bienes, dejan una cantidad, normalmente pequeña. Lo hemos comprobado en muchos testamentos pero no quiero cansar con más citas, ya que lo considero innecesario. </p><p align="justify"><br />Quiero hacer una advertencia que considero muy importante. A partir del siglo XVIII, se habla de santuario más que de ermita. Este cambio de terminología tiene una gran importancia, como veremos posteriormente.</span> </p>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-74530987774450578932008-11-12T13:24:00.000-08:002008-11-12T13:25:53.034-08:0027. La Primera Epidemia<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Es la primera peste documentada, que conocemos. Se inicia en el 1647 y dura hasta el año 49. Posiblemente entró en Valdepeñas por Fuensanta o Castillo de Locubín, ya que no afectó a la ciudad de Jaén por las severas medidas que tomaron las autoridades civiles. En este periodo mueren en Valdepeñas, en 1647, 44 adultos, en 1648, 104 y en 1649, 28 y en 1650, 32. En el año siguiente está la peste erradicada, ya que sólo mueren 11 adultos. No conocemos el número de párvulos que murieron al no llevarse control de la muerte de niños en los libros parroquiales.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Para hacernos una idea del tanto por ciento de las personas que mueren en estos tres años, sabemos, según el Deán D. José Martínez de Mazas que Valdepeñas en el año 1595 tenía 182 casas, 227 vecinos y 908 almas. En 1792 crece en gran medida esta proporción, ya que hay 446 casas, 753 vecinos, y 3.132 almas. Jiménez Patón en 1628 dice que Valdepeñas tenía doscientos veintisiete vecinos, un priorato y un beneficio servidero. Atendiendo a estas erstadísticas, e incluyendo el posible número de niños, es escalofriante el tanto por ciento de muertes.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Era lógico que el miedo, terror, pánico y horror estuvieran reflejado en el semblante de todos. Nunca el hombre se sintió tan indefenso e impotente ante la muerte. La muerte termina en pocos días con aquel en quién se ha instalado la enfermedad. Casas enteras eran desarticuladas por la muerte de uno o de dos cabezas de familia. Hay casas en las que mueren el padre, la madre y tres hijos, como sucede con la familia González de La Cruz, y Extremera etc. El cólera era la enfermedad mas temida en todo el occidente.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">No tenemos noticias documentadas de la incidencia de la peste en 1601.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">La peste de 1680, que tantos muertos se llevó en España, no entró en Valdepeñas, ya que sólo mueren 19 adultos y en el año anterior y siguiente 24 y 27 respectivamente.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En estos momentos, en que la medicina se sentía impotente y el hombre totalmente indefenso ante la inminencia de la epidemia, no le quedaba más alternativa que acudir a Dios. Es muy significativo que sea a partir de este momento, cuando empieza a aumentarse e incrementarse la devoción al Santo Cristo. A través del siguiente recorrido de datos, se puede comprobar que mis afirmaciones no son gratuitas, sino que están muy fundamentadas.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-74044440845397091582008-11-12T13:20:00.000-08:002008-11-12T13:21:31.646-08:0026. Otros datos de la Ermita<p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El grupo de los ermitaños comienza a decaer, por los datos que conocemos, a partir de mediados del siglo XVIII. Terminada la primera etapa de fervor, no aparece ya ningún presbítero ni la menor referencia al tema de la fundación que hemos expuesto tan ampliamente.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />En los libros de cuentas de la parroquia, en el día 5 de marzo de 1627 aparece una visita al Santuario de Chircales, hecha por el Lcdo. Gabriel Resaro, visitador de la Diócesis. En la ermita encontró sólo a dos ermitaños: Alonso de la Cruz y Joseh. Dice el acta de visita que a los quales hizo cargo dellos (bienes y ornamentos) y se obligó a tenerlos en su poder, en depósito y de manifiesto, para dar quenta dellos cada vez que se Ilma. o Juez competente le sea mandado y no firmó, porque dixo no saber escribir, por ellos firmé, siendo testigos el Maestro Cristobal Ruiz de Villaviciosa, prior y el Lcdo. Antonio Ruiz de Aranda, presbítero y Notario Barquera, presbítero en esta villa.</span></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">De lo cual se deduce que el nivel cultural de ambos era bastante escaso. En otros documentos de esta época aparecen estos ermitaños, trabajando como asalariados. </span></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">A los pocos años se vuelve a repetir una nueva visita, esto es, el día 11 de octubre de 1632. En esta ocasión el visitador encuentra a tres ermitaños: Pedro, Alonso, y Juan. Comprueba que hay una plena coincidencia con el inventario anterior hecho por el Ledo. Francisco Barquera. Los bienes y ornamentos los entregó al ermitaño Pedro para que los tenga a su cargo, con nueba custodia, y guarda y dijo la cumplirá, testigos el Lcdo. Cristobal Ruíz de Villaviciosa, Joan de Medina y Jorge Ruiz, vecino de Valdepeñas.</span></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">A los cinco años siguientes en Chircales el hermano Alonso y no existe ningún dato relevante. Quizás lo único importante es que al frente del grupo esta ahora el ermitaño Pedro, quedando relegado de este cargo Alonso. </span></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Durante todo el siglo XVII no aparece en los libros de cuentas, ninguna visita oficial al Santuario.<br />Se aportan nuevos datos de que la devoción al Cristo de Chircales se va consolidando. Es significativo el encargo de algunas misas para que se celebren en Chircales o algunos donativos hechos a la ermita. Se empieza a hablar del Santo o Santísimo Cristo de Chircales y no de la ermita. Dato muy significativo que nos hace ver que la devoción al Cristo comienza a afianzarse muy prontamente, ya que la atención de los fieles va más dirigida al Cristo que a la ermita.<br />Los donantes son de todas las clases sociales, aunque los donativos más significativos son del grupo más pudiente. </span></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">La devoción comienza a incrementarse con motivo de la peste habida en el año 1648. </span></p><p> </p>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-86846691633580876992008-11-12T13:06:00.001-08:002008-11-12T13:18:34.357-08:0025. Reseña del Cuadro de Chircales<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En el primer inventario de 1609 se dice literalmente que hay un cuadro grande de un Cristo con otras imágenes. En el inventario hecho en la misma fecha con motivo de la visita del Doctor Jerónimo de Montoro se habla de un cuadro grande, que tiene pintado el dicho Cristo y dos imágenes. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El inventario del 1612 es más explícito: Un santísimo Cristo con la imagen de Nuestro Señor Jesucristo, colocada en el altar de la Iglesia de dicho sitio de Chircales, pintada al olio con su bastidor.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Sabemos ya, sin suposiciones de ningún tipo, que el cuadro del Santísimo Cristo de Chircales, estaba en la ermita antes de 1600. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">¿ Cómo vino este Cristo a Chircales? </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Tenemos que entrar en el terreno de las hipótesis más o menos fundadas. Veamos cada una de ellas, siguiendo la tradición oral, mezclada, sin lugar a duda de mucha imaginación. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">1. La aparición milagrosa en la cueva que ha quedado incorporada al edificio actual. Dos niños pastores encontraron en la cueva de Chircales un lienzo enrollado en el que se encontraba pintado un Cristo crucificado. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">De esta leyenda me han contado otras versiones, en las que se habla de una aparición del Cristo a los niños, a los que le entrega el cuadro. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Una versión más ampliada es esta: Un pastorcito y una pastorcita que se hallaban dentro de la cueva de alguna capacidad, de forma esférica, sin luces al interior ni ornato alguno. Actualmente existe tal a la fecha del hallazgo, y se halla dicha cueva a la espalda de la Iglesia restaurada en el año 1924. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Observaron dichos pastorcitos que estaba colgado de un clavo un lienzo rollado que creían aprovechar para uso de traje de vestir, pero al desenrollarlo apareció en pintura la imagen del Señor agónico en la cruz. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">2. La historia más antigua, referida por el Prior de la parroquia de Valdepeñas D. Francisco Tomás de Porcuna en el año de 1781 al geógrafo Tomás López, es que la regalaron unos arrieros, en agradecimiento a la acogida que le prestaron los ermitaños. El Prior narra el hecho de esta manera: Mas aquí ay la más común tradición, de que haviendo unos hermitaños viviendo en unas cuevas, que aún oy se ven, en el citado risco llego a descansar un arriero que traía paño de venta, deslió un fardo y entre el paño traía la dicha ymagen y por reverencia de esta sagrada ymagen los citados hermitaños le edificaron una pequeña capilla, y después los fieles la devoción, ampliaron dícha Yglesia, que está oy lindando con el camino que viene de Jaén para la ciudad de Alcalá la Real.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El diario la Regeneración, en fecha 11 de septiembre de 1923, da la misma versión, con algunos pequeños retoques: Cuenta la tradición que un buhonero fue a descansar a unas cuevas habitadas por unos ermitaños, a los que ofreciera su mercancía ,y, al abrir un fardo de paños, apareció la figura de la sagrada ímagen, la que dejaría a los eremitas, quienes edificaron para su culto una pequeña capilla en el lugar.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Es posible la aparición a los niños y la versión narrada por el prior que es la que más peso tiene en la tradición.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">3. Propongo una tercera hipótesis y creo que se acerca más a la realidad que las otras dos: El cuadro lo mandó pintar un ermitaño, posiblemente el hermano Ginés, dado el afecto y cariño que muestra a la imagen en su testamento al momento de morir y su deseo de ser enterrado junto a su Cristo. Ello explica que al fondo del cuadro se halle un ermitaño, vestido con el hábito de San Pablo. Este hermano posiblemente sea Ginés de Nápoles. Sabemos que es frecuente que aparezca en un segundo plano, los que mandaban pintar a sus expensas un cuadro.<br />Si no lo pintó el hermano Ginés......</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">¿Dónde se pintó y quién lo pintó? Se pudo pintar en cualquier sitio por un pintor de segunda fila en Jaén, Granada o Córdoba. En el cuadro aparecen ciertas influencias de la escuela granadina, como acertadamente dice Soledad en el artículo citado.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">No descarto en absoluto la historia de los arrieros tan presente en la tradición, aunque me parece mas probable la sugerida.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Al margen de la cuestión del origen y de cómo vino la imagen a Chircales, que es secundario, es cierto que los ermitaños lo colocaron en el centro del altar mayor, por la gran devoción que tenían a la figura de Cristo crucificado.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En esta época la devoción a Cristo crucificado era una de las más intensas, ya que S. Francisco la había popularizado mucho.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Cómo y cuándo surgió la devoción al Cristo, es un tema que lo intentaremos aclarar posteriormente, partiendo de los datos documentados que tenemos.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El cuadro, como dije anteriormente, mide 203 por 145 centímetros. Representa a Jesucristo en la cruz, acompañado de la Santísima Virgen, San Juan y un ermitaño al fondo. De los labios del Cristo sale una cinta con esta inscripción: Pater ygnosce illis quia nesciunt quid faciunt.<br />En el respaldo se representa la exaltación de la eucaristía y fue mandado pintar por el sacerdote de Valdepeñas D. Basilio Fajardo, que mandó dorar el cuadro en 1751, como se deduce del texto que aparece en el cuadro que reza de esta manera: Se doró y pintó este respaldo del Santísimo Cristo de Chircales a solicitud y devoción de D. Basilio Fax., presbítero y demás bienhechores desta villa de Baldepeñas. Año 1751. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Este clérigo murió en Valdepeñas el día 19 de septiembre de 1767 y debía ser tan pobre que la parroquia lo enterró gratuitamente, ya que no tenía familiares en el pueblo.</span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-81631633159092139432008-11-12T13:04:00.000-08:002008-11-12T13:05:48.039-08:0024. Los Inventarios<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />En los documentos aportados aparecen dos inventarios, bastante distintos en cuanto al contenido. Los más completos son los correspondientes al año 1609. Los mas interesantes los de 1612, donde aparece claramente el cuadro del Santísimo Cristo de Chircales. Hay un tercer inventario con motivo de visita del juez apostólico que coincide con el de 1609.<br />Los tres inventarios conocidos podemos clasificarlos en varios bloques: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">1. Objetos para el culto en la ermita: 4 manteles, 3 frontales, 4 casullas, dos albas, 3 amitos, varios purificadores, paños para el comulgatorio, varios corporales, unas vinajeras, una cántara para el vino, una campanilla pequeña, dos candeleros. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">2. Bienes Inmuebles: La casa de la ermita, tres celdas pequeñas, una huerta de recreación que esta junto a la ermita, un haza de tierra de dos o tres fanegas, un corral cercado de morales en Valdepeñas. En la huerta hay once colmenas de Ginés y otras once de Alonso Sánchez y fanega y media de trigo sembrada en el haza de la ermita, como dice el segundo inventario. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">3. Bienes muebles: Un cáliz de plata con su patena, un misal con su atril, dos candelabros, un cajón para los ornamentos, una pila de alabastro con su cruz, una verónica y un cuadro de San Francisco, una pila de vidrio con su cruz, un banco de pino con su cajón, unas sillas pequeñas y dos banquillos, una cruz de caravaca, un cuadro de la Magdalena en un lienzo, una mesa de pino.<br />Segundo inventario: Un cáliz de plata, un cajón de pino con dos departamentos, unos hierros para hacer las formas, un misal con su atril, una campanilla, dos candeleros, una silla de las antiguas, una cajonera, una alabarda, un ánfora de cuatro arrobas, un lienzo grande pintado, una verónica, un banquillo de nogal, un plato de Talavera con dos vinajeras. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Las celdas de los ermitaños son muy pobres y tienen, además de cama, lo indispensable. Así en la celda de Blas de 0suna, hay dos crucifijos de hueso, una verónica dorada, y un arca de pino. En la de Diego Ruiz un altar y tres sillas. En la celda de Alonso Sánchez unas imágenes, dos crucifijos, un banco, unos platos vidriados, y una sartén. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Hay que reseñar la suma pobreza en la que viven los ermitaños y el escaso valor de los bienes reseñados. Si algo hay que resaltar, serían los varios crucifijos que aparecen entre los enseres y todos los utensilios necesarios para decir misa, ya que en los primeros tiempos los presbíteros que vivían en Chircales decían misa diariamente. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El paramento con figuras pintadas en la ermita ha desaparecido.</span></div><div align="justify"> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-86343077347312697782008-11-12T12:59:00.000-08:002008-11-12T13:04:08.017-08:0023. Apelación a Roma<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Pedro de Vílchez apela a Roma y el Nuncio de Su Santidad en España, nombra, mediante un breve apostólico, como juez al Doctor Montoya, residente en Granada. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Éste manda citar a las partes, mediante un requerimiento hecho el día 23 de septiembre por medio del Notario Alonso Bar. Viene a Valdepeñas a ver in situ la ermita y demás bienes de la fundación el doctor Jerónimo de Montoro: En Chircales, término y jurisdicción de la villa de Valdepeñas, a diez días del mes de noviembre del dicho año de del mil seiscientos nueve años, por presencia del escribano y por Pedro de Vilches Delgado, presbítero, patrón que parece ser de la ermita, casa y bienes del dicho sitio de Chircales, y estando el doctor D. Jerónimo de Montoro, canónigo de la Santa Iglesia, juez apostólico, abrió con las llaves que le entregó el Lcdo. Trujillo, prior de la dicha Iglesia de la villa de Valdepeñas, la ermita y la casa de Chircales, en la cual hay unos cajones, en los que había los ornamentos y bienes siguientes. Del inventario hablaremos con posteridad. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">No conocemos la sentencia, aunque por los hechos que vamos a comentar posteriormente parece ser que los bienes de la obra pía pasaron a poder de Pedro de Vílchez, dejando al Obispado la Iglesia y casas construidas. Muerto Pedro de Vílchez estos bienes pasaron a la parroquia, como se deduce de toda la documentación posterior, aunque no hay constancia escrita de ello. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En el inventario de los bienes, hecho, con motivo de la visita del juez apostólico, se entregan estos bienes a Pedro de Vílchez: Todos los dichos bienes del dicho patronato de este inventario, que estaba en la dicha ermita y casa de ella, el dicho Licenciado Pedro de Vilches, patrón, recibió y se obligó a tener los dichos bienes y de dar cuenta de ellos a los dichos patronos, después de sus días; recibió el dicho depósito como tal patrón y así se obligó y firmó, siendo testigos Alonso Sánchez, ermitaño de Chircales, y Francisco Moreno, vecino de Jaén, ante mí el escribano Alonso Pérez Choca.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En un inventario pedido por el Provisor el 8 de mayo de 1612, esto es, a los tres años, al ermitaño Alonso Sánchez manifiesta que, muerto el hermitaño Ginés de Nápoles, persona en cuyo poder estaban los bienes y ornamentos de dicha hermita, se depositaron en poder del Lcdo. Pedro de Moya Romera, presbítero, vecíno de Jaén.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El Provisor ordena que el predicho devuelva los bienes a la ermita y los tenga en depósito el ermitaño Alonso Sánchez. Lo cual indica que no se habían devuelto parte de estos bienes, ya que estaban en posesión del Licenciado Moya, a pesar del mandato del Juez. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Los bienes depositados tienen muy escaso valor, como dijimos en otro lugar. No se hace la menor referencia a los bienes inmuebles que Ginés había dejado en manos de los ermitaños para que cultivasen el trigo ni a la huerta de recreo que tenían cerca de la ermita. Perece ser que el Lcdo. Pedro de Bujeda, ante la triste realidad de pleito, deja Chircales, ya que el que esta al frente del grupo es Alonso Sánchez. </span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-46622912885956788032008-11-12T12:55:00.000-08:002008-11-12T12:59:29.569-08:0022. Pedro de Vílchez acude a la Chancillería de Granada<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El Provisor ha hecho fuerza, ya que no ha citado a Pedro de Buxeda, como administrador de estos bienes, ha nombrado al Prior de Valdepeñas como administrador y ha negado las apelaciones. Las líneas fundamentales de la sentencia de la Chancillería son estas: Que otorguen al dicho licenciado la apelación y apelaciones ynterpuestas para que las pueda proseguir ante quien y como deva, revoque y reponga y dé por ninguno todo lo que después de ellas hubiere fecho y fulminado y absuelva a los excomulgados libremente y sin costa alguna...., so pena de perder la naturaleza y temporalidad que a y tiene en estos reynos y señoríos de su majestad.</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />EI Lcdo. Gonzalo Guerrero, con diligencia, ejecuta la sentencia del Presidente y Oidores de la Real Audiencia, el 14 de septiembre. </div><div align="justify"><br />Con este motivo manda que se cite a Pedro de Buxeda para que comparezca ante el tribunal en el plazo de seis días y concede a Pedro de Vílchez Delgado las apelaciones interpuestas para que las pueda seguir donde y ante quien proceda en el plazo de tres meses. En la hipótesis en que no la plantee, queda desierta la instancia y la sentencia pasaría a cosa juzgada. </div><div align="justify"><br />A los pocos días, el 17 de septiembre, Baltasar de Ayala, dirige un escrito al Provisor, recordándole que no ha cumplido totalmente el tenor de la sentencia, ya que no ha revocado el nombramiento de administrador del Prior de Valdepeñas ni ha declarado nulo todo lo hecho después de interponer las apelaciones. Le insiste en que debe obediencia a la real provisión y mandar, revocar y dar por nulo todo lo dicho y fulminado después de las apelaciones, en concreto, destituir como administrador de la obra pía al Prior de Valdepeñas. </div><div align="justify"><br />El Fiscal responde que el nombramiento de administrador del Prior no prejuzga la causa principal, sino que se trata de una solución transitoria hasta que se resuelva la cuestión principal y por lo tanto no ha lugar a la destitución del Prior.</span> </div><div align="justify"> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-22234004451220443102008-11-12T12:36:00.000-08:002008-11-12T12:38:44.008-08:0021. Petición de Nuevas PruebasEl Fiscal propone que sean llamados varios testigos a declarar, presentando el siguiente interrogatorio:<br /><br />1 - Si conocen a las partes y al maestro Gaspar Lucas, prior que fue de la Iglesia de San Bartolomé de la ciudad de Jaén, primer patrono nombrado por Juan Ruiz Castellano.<br /><br />2. Si saben que el dicho Maestro Gaspar Lucas, primer patrón del dicho recogimiento, fue privado del beneficio por el Santo Oficio de la Inquisición y condenado en cierta reclusión en la que murió.<br /><br />3. Si saben que Ginés de Nápoles, a quien el Maestro Gaspar Lucas había nombrado como patrón del dicho recogimiento, no era sacerdote, ni tenía orden sagrado y por lo tanto era persona incapaz del dicho patronato, conforme a una escritura presentada por el dicho fiscal otorgada por el dicho Joan Ruiz Castellano, fundador del dicho recogimiento. En ella se requiere que el patrón sea sacerdote.<br /><br />4. Si saben que los ermitaños que asisten en el dicho recogimiento piden licencia a los señores Obispos y comen de su sustancia y tienen capilla para decir misa con licencia de los señores Obispos.<br /><br />El Fiscal propone como testigo a Fernando de Nápoles, de oficio cotonero, residente en Jaén, sobrino de Ginés, a Catalina de Montemayor, cuñada de Ginés, a Francisco Luis Delgado, Presbítero, de la parroquia de San Bartolomé, y a Francisco de Vitoria, Prior de Valdepeñas.<br />Las testificaciones aportan pocas novedades.<br /><br />Todos los testigos conocen el confinamiento de Gaspar Lucas, al ser un hecho tan notorio y al ser éste un personaje muy conocido en Valdepeñas, como hemos dicho anteriormente. Uno de ellos especifica que murió en el convento de la Merced de Córdoba. Hay otros aspectos en las declaraciones que tienen mayor interés, esto es, que los ermitaños tenían la autorización para vestir el hábito de D. Francisco Sarmiento, que se decía misa en la ermita con licencia de los Obispos, que el mismo prior bajó a Chircales a ver a los ermitaños y que en alguna ocasión impuso el hábito a alguno de ellos con la autorización del Obispo. El prior especifica que en Chircales sólo se admitían los que aprobaba Ginés, como patrón de la dicha fundación, aunque se requería la autorización episcopal para vestir el hábito de ermitaño.<br /><br />En cuanto al sistema de vida, es interesante la declaración de la cuñada de Ginés que afirma que cada uno de los ermitaños vivía de los bienes que tenía y de los que adquiría con su trabajo, como dijimos al principio. No se trataba, por lo tanto, de una vida comunitaria en sentido total. Sólo ponían y tenían en común ciertas cosas, como la siembra de trigo y hortalizas en la finca de la fundación, etc. Ello explica que entre los utensilios de cocina, todos tengan una vajilla personal para hacerse la comida, como vivos al hablar del inventario.José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-91096276102741419852008-11-12T12:35:00.000-08:002008-11-12T12:36:20.949-08:0020. Nuevo escrito de Pedro de Vílchez<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El 20 de julio el Lcdo. Gonzalo Guerrero, Juez eclesiástico, recibe un nuevo escrito de Pedro de Vilches.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Manifiesta su disconformidad por haber nombrado administrador al Párroco de Valdepeñas.<br />Insiste en que el Fiscal no es parte en el pleito y que debe castigar a pedro de Buxeda, que es el que ha usurpado los bienes.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Si no lo atiende en su súplica, acudirá a Su Santidad y Sede Apostólica y a la Chancillería de Granada, solicitando el auxilio real de la fuerza, ya que sus derechos han sido pisoteados.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-15681950961168801782008-11-12T12:32:00.000-08:002008-11-12T12:34:40.092-08:0019. El Juez Eclesiástico, a petición del Fiscal, nombra Administrador al Párroco de Valdepeñas<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El Provisor con el fin de apaciguar los ánimos, opta por nombrar interinamente al párroco de Valdepeñas como administrador de todos los bienes. Con esta medida no se soluciona el problema, sino que la discusión se recrudece aún más, ya que posiblemente fuera el mismo párroco el que había puesto al provisor al corriente de todo lo que estaba sucediendo.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-2736650060745220682008-11-12T12:30:00.000-08:002008-11-12T12:31:53.729-08:0018. Escrito de respuesta de Baltasar de Ayala en nombre de su defendido<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Los argumentos aducidos son los siguientes:</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">1. El Fiscal no es parte legítima, ya que el sitio de Chircales y sus anejos son bienes temporales y por lo tanto exentos de la jurisdicción eclesiástica y sujetos a la jurisdicción real.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">2. El fundador fue lego y solo estuvo sujeto a la jurisdicción real.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">3. Los ermitaños son también legos y están sometidos a la jurisdicción real.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">4. Tampoco el patronato se puede llamar eclesiástico, porque se halle al frente de él un presbítero, ya que una cosa es la administración del patronato y otra muy distinta la atención espiritual de los ermitaños, que desde luego debe hacerla un sacerdote.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">5. Ni el Maestro Gaspar se hizo indigno para administrar el patronato con motivo de hallarse preso en Córdoba, ya que la función de administrador del patronato no es una función religiosa o eclesiástica. De hecho el fundador, Juan Castellano, antes de su muerte, llevó la administración de dicho patronato y era un laico.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">6. Tampoco se requiere que el patrón sea sacerdote, sino que entre los ermitaños haya un sacerdote que pueda atenderles espiritualmente o vaya alguien de fuera.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">7. De hecho Ginés estuvo ejerciendo el oficio de patrono quieta y pacíficamente durante más de 30 años, sin que nadie se opusiera a ello.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">8. No se puede tampoco aducir que el dicho patronato se ha devuelto al Obispo por la incapacidad de Ginés, ni por la indignidad del Maestro Gaspar.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-70202411670129508942008-11-12T12:28:00.000-08:002008-11-12T12:29:23.381-08:0017. Intervención del Fiscal<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El día 15 de julio interviene el bachiller Francisco de Vílchez Ortega, Fiscal del Obispado, presentando un amplio informe al Juez, que en este momento es el Lcdo. Gonzalo Guerrero.<br />El tenor del escrito es el siguiente: </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">1. El recogimiento del sitio de Chircales, término de la villa de Valdepeñas, no pertenece a Pedro de Vílchez, sino a la dignidad episcopal, ya que el Maestro Gaspar Lucas perdió su condición de patrono al ser condenado por el Santo Oficio. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">2. El nombramiento que hizo de Ginés de Nápoles fue nulo, ya que era una persona laica y secular. El fundador Juan Ruiz Castellano había pedido que los futuros patronos fueran presbíteros. En la escritura de 26 de abril de 1566 el fundador había insistido que siempre y perpetuamente para siempre jamás aya un sacerdote a quien los hermitaños obedezcan y assi el dícho Señor Maestro Gaspar Lucas como el sacerdote que después le sucediere.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Al ser ilegal e ilegítimo, y por tanto nulo, el predicho Ginés no pudo nombrar como patrono a Pedro de Vílchez. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">3. En consecuencia ruega a su Ilma. nombre como administrador de los bienes a Pedro de Bujeda. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"></span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-34457255798638509572008-11-12T12:25:00.000-08:002008-11-12T12:27:53.750-08:0016. Pedro de Vílchez nombra procurador a Baltasar de Ayala<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Éste, el día 7 de julio de 1609, en nombre del otorgante, advierte al juez que Pedro de Bujeda, al que se le comunicó el escrito de su parte, no ha devuelto los bienes y no se ha dignado, ni siquiera responder, debiendo en este caso el Sr. Juez Eclesiástico declararlo en rebeldía.</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />A los pocos días (10 de julio), al no haber recibido comunicación alguna del Juez Eclesiástico, envía un nuevo escrito. En él reitera la misma petición, amenazando con apelar a Su Santidad y Sede Apostólica y a la Chancillería de Granada para pedir el auxilio de la fuerza.</div><div align="justify"><br />Al misino tiempo solicita que no intervenga el Fiscal, ya que dicho lugar y sus anexos son bienes temporales, libres de la jurisdicción eclesiástica y sujetos sólo a la jurisdicción real.<br />Ante el silencio del Juez, el 14 de julio, reitera la misma petición anterior.</div><div align="justify"></span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-25609353768714685192008-11-12T12:19:00.000-08:002008-11-12T12:24:33.161-08:0015. Primer Escrito del Pedro de Vílchez Delgado al Juez Eclesiástico<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El Lcdo. Pedro de Vílchez hace constar en su escrito estos extremos:</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;"><div align="justify"><br />1. Que fue nombrado patrono por el dicho ermitaño Ginés de Jesús, ya difunto.</div><div align="justify"><br />2. Que se le deben entregar todos los bienes anejos a su oficio. Estos se encuentran ilegalmente en poder de Pedro de Bujeda, presbítero y asistente como ermitaño en el dicho lugar.</div><div align="justify"><br />3. Que mande a Pedro de Bujeda se los entregue.</div><div align="justify"><br />El juez, en respuesta a este escrito, sin fecha, manda en dos autos de fecha 4 y 9 de julio (la muerte de Ginés el 4 de junio), que se abra una amplia investigación sobre el tema, comunicando a los herederos de Ginés, que envíen los oportunos documentos y que se certifique la muerte del ermitaño.</div><div align="justify"></span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-15287590245928434522008-11-12T12:12:00.000-08:002008-11-12T12:18:12.948-08:0014. Los Testamentos de Ginés de Nápoles<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />Pedro de Vílchez con el fin de intentar defender sus derechos ante el Juez Eclesiástico, presenta los testamentos y codicilos de Ginés de Jesús. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Uno otorgado el día 11 de mayo de 1609 en Jaén, en casa de Catalina de Montemayor, viuda de Fernando Nápoles, ante el escribano Joan de morales, es decir, 25 días antes de su muerte, en el que a grandes líneas afirma que se encuentra enfermo, pero que está en buen juicio y cumplida memoria y quiere rectificar el que ha hecho día 4 de mayo.</span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />En él afirma que Juan Ruiz Castellano, vecino de la villa de Valdepeñas, dejó en el sitio de Chircales unas tierras para que se hiciesen y edificasen algunas celdas o moradas para abitación de hermitaños y nombró por patrono al maestro Gaspar Lucas, prior que fue de la Iglesia de San Bartolomé.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Al dicho Caspar le dio poder para que pudiese nombrar patronos y elegir a las personas que quisiesen vivir en el dicho sitio. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En virtud de estas facultades lo nombro patrono, con el fin de que pudiera habitar en dicho lugar, gestionar los bienes pertenecientes a dicho patronato y seleccionar y admitir a los ermitaños.<br />Nombra patronos en el testamento al Licenciado Pedro Buxeda (Bujecla) y al Lcdo. Pedro de Vílchez Delgado, ambos sacerdotes. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Los autoriza para que el más antiguo pueda habitar la cassa que está yncorporada a la iglesia.<br />En cuanto a los ermitaños determina que, si alguno de ellos estuviere ausente más de tres meses, pierda el derecho a la vivienda, a no ser que ello hubiere sido ocasionado por enfermedad u otra causa legítima.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En la documentación aparece un segundo testamento de Ginés, de fecha 22 de mayo de 1609 (el anterior es del 11 de mayo) que rectifica algunos de los puntos expresados en el anterior. Es otorgado ante el escribano público Joan de Morales en la casa de su cuñada Catalina de Montemayor. Nombra como único Patrón a Pedro de Vílchez Castellano, anulando el nombramiento que había hecho de Pedro de Buxeda. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">No obstante, si este no quiere vivir en la casa, podrá hacerlo Pedro de Buxeda, pero advierte que no debe entrometerse por ningún concepto en la administración de los bienes y en la selección y nombramiento de los ermitaños. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Revoca el nombramiento de albacea del Prior de Valdepeñas, con lo cual está indicando las tensiones existentes con el estamento oficial eclesiástico en ese momento. </span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-14175872304313482792008-11-12T12:05:00.000-08:002008-11-12T12:12:30.210-08:0013. El Testamento de Gaspar Lucas<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;"><br />Este testamento fue otorgado en la ciudad de Córdoba el día 16 de febrero de 1590.<br />Gaspar está recluido en el convento de la Merced de Córdoba, por orden de la Inquisición, como ampliamente hemos comentado.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Nombra como patrón a Ginés de Nápoles, estando presente el Lcdo. Pedro de Arenas, presbítero y también ermitaño.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Gaspar se encuentra muy enfermo y decide dejar las riendas del patronato a Ginés. No nos constan las razones que tuvo para hacerlo así y no nombrar a alguno de los presbíteros, que en ese momento se encontraban viviendo en Chircales. De hecho va a estar al frente del patronato durante casi treinta años, sin que su nombramiento en ese momento fuera impugnado por nadie, aunque tal vez fuera ilegal.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">También es algo extraño, que siendo condenado por el Santo Oficio, éste no le retirara sus atribuciones en el patronato, que en parte eran de orden espiritual.</span></div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-39815362438353700272008-11-12T12:02:00.000-08:002008-11-12T12:05:09.487-08:0012. Muerte de Ginés de Nápoles<div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Después de esta larga enumeración de nombres, vamos a intentar explicar los datos y sucedidos de un largo pleito, que es el que nos ha hecho conocer con más detalles el origen de Chircales.<br />Dijimos que el protagonista principal de este pleito era el hermano Ginés. Por ello vamos a completar los datos que dimos al principio de este estudio. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El día 3 o 4 de junio de 1609 muere el ermitaño Ginés. Él había mandado que era mi voluntad que me entierren en dicha Iglesia de Chircales.... y lleve mi cuerpo al dicho sitio y me entierren en dicha iglesia y me sepulten.</span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El mismo día de la muerte de Ginés de Nápoles, el Prior de la Iglesia de Valdepeñas, Por orden del Provisor, y bajo pena de excomunión mayor, en fecha 5 (de junio de 1609, manda al Lcdo. Pedro de Vilches Delgado, que estaba en la dicha casa de Chircales y tenía los papeles de Ginés de Nápoles, se los entregase para enviarlos al Tribunal Eclesiástico. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El aludido responde que esta dispuesto a cumplir el mandato de su Ilma. el Señor Provisor, pero que no puede hacerlo en este momento, ya que no tiene los títulos a mano y ahora se encuentra en la ciudad para procurar provisiones y hospedaje a los que vienen de Jaén, acompañando al cadáver de Ginés de Nápoles, que lo van a enterrar en Chircales. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Al entierro de Ginés asisten seis clérigos y otras muchas personas que han venido de Jaén, con sus cabalgaduras. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">A los cinco días, esto es, el día 10 de junio de 1609, el dicho Prior de Valdepeñas comunica al mismo una orden del Obispo Don Sancho Dávila y Toledo, que debe exhibir los papeles relativos al patronato y la licencia que tuvo para hacer la fundación, son pena de incurrir en excomunión mayor, por el desacato a la autoridad. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Pedro Vílchez responde que se encuentra ocupado, atendiendo a los forasteros y que por este motivo no puede responder con la urgencia con que se le piden los papeles, ya que tiene que buscarlos y asesorarse a su vez de algún letrado. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">En su momento exhibirá, dice, todos los títulos, escrituras y favores que se le han otorgado, y que si no se respetaban sus derechos apelaría ante Su Santidad y Sede Apostólica. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Se ve claramente una intención por parte del estamento oficial, esto es, del Prior y de la Curia, de recobrar los bienes del patronato, que hasta ahora se habían administrado al margen de la Diócesis. Se quiere aprovechar este momento de confusión, ocasionado, por la muerte de Ginés de Jesús, para cumplir este propósito. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">El pleito es largo y tiene bastante interés desde un punto de vista histórico, ya que nos suministra muchos datos que de otra manera hubieran pasado desapercibidos para la historia del santuario de Chircales. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">Por este motivo antes de entrar en lo sustancial del pleito, vamos a ver detenidamente el tenor de los testamentos del Maestro Gaspar y de Ginés de Jesús.</span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5878562486724533938.post-39769144944607324202008-11-12T11:50:00.000-08:002008-11-12T11:52:13.102-08:0011. Nombre de los Ermitaños<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;">Haciendo constar, como hemos dicho anteriormente, que el esplendor de este eremitorio brilla de una manera especial desde su inicio hasta la muerte de Ginés de Jesús. Vamos a indicar los nombres, de los que tenemos conocimiento en este período y los escasos datos que conocemos sobre el particular. No excluimos la posibilidad, de que en la primera etapa de la experiencia hubiera otras personas, cuyos nombres desconocemos por el momento.<br />De antemano quiero advertir, que la enumeración va ser muy larga y tal vez se haga pesada la lectura, por ser muy reiterativa la enumeración de tantas personas. No obstante es muy curiosa, ya que nos va descubriendo una serie de personajes, que por sus apellidos, vemos que siguen teniendo cierta vigencia entre nosotros.<br />Os invito a que sigáis leyendo, ya que el recorrido de casi dos siglos que dura la experiencia, nos da a entender el largo proceso de Chircales, aunque sea de una manera tangencial, ya que descubrimos su sistema de vida. Es verdad que la historia la hacen los grandes personajes, pero es más verdad que el auténtico tejido de la historia humana está hecho de empujones de personas humildes, que cada día van poniendo un granito de arena para edificar un mundo más humano y justo.<br />Pedro Fernández, ermitaño, al que Juan Ruiz Castellano entregó para recogimiento un pedazo de tierra y posteriormente seis fanegas. Se da a entender que el dicho Pedro Fernández vivia en dicho sitio como ermitaño con anterioridad al 13 de abril de 1566, en que hace la fundación Juan Castellano.<br />En esta primera etapa y posiblemente con anterioridad debió haber otros ermitaños, que vivían en la cueva, y tal vez empezaron a construir una ermita más pequeña que la actual, ya que en un documento de 1566 se habla ya de la ermita de Chircales. No obstante consta que el hermano Ginés la amplió y los demás ermitaños la siguieron reformando en los años posteriores. Es posible que, incluso con anterioridad a la fundación de Valdepeñas, ya estuvieran en Chircales viviendo en las cuevas y hubiera empezado a funcionar el eremitorio y la ermita. En esta época habría que situar a Fray Fernando y a otros ermitaños cuyos nombres desconocemos. Algunos de ellos eran sacerdotes, seculares o religiosos franciscanos o capuchinos.<br />Diego Gómez, presbítero y natural de la Rambla de Córdoba, el cual murió el día 15 de febrero de mil seiscientos y siete, siendo enterrado en la misma ermita. En su testamento, hecho ante Joan de Medina el año 1603, nombro albaceas a Alonso Morales y a Ginés de Nápoles, a los que dejó sus bienes personales. Otra parte de ellos los deja a su sobrina y a los jesuitas. Los jesuitas en este momento tienen una gran presencia en Valdepeñas, ya que acompañan a los Obispos en las visitas que estos hacen a las parroquias, para predicar unas misiones que solían durar seis o siete días. Administraba el huerto legado por Miguel Ruiz de Montoro.<br />De esta época o tal vez más antiguo, debió ser el hermano Lázaro de San Juan, del cual conocemos que murió el año 1615, pero no sabemos la fecha en que entró a vivir en Chircales. La historia de este personaje la conocemos por las actas de fundación del Convento de San Francisco de Jaén, a cuya orden perteneció como hermano lego. Los franciscanos admiraban la vida eremítica y éste decidió venirse a vivir a Chircales. La historia la cuenta la crónica de esta manera: Era natural de la ciudad de Jaén, hijo de padres pobres y muy cristianos. y habiendo muerto éstos, se conservó con una hermana suya, sustentándose los dos con el trabajo de su hermano. La primera diligencia del día era entrarse, en la parroquia de San Juan, que estaba inmediata a su casa, donde tenía un rato de oración; iba luego por su sustento y después al trabajo. Era su oficio cordonero, y nunca le oyeron sus compañeros palabra indecente ni ociosa; sus conversaciones eran tratar de Dios, exhortarles a evitar las culpas y cumplir con sus obligaciones; y así era tenido por hombre casto, puro, virtuoso y muy penitente. La mayor parte de la noche oraba fervoroso en su casa; los días de fiesta los gastaba todos en la Iglesia, si no es algunos ratos que ocupaba en obras pías; y habiéndose venido unos religiosos de San Juan de Dios a fundar en esta ciudad, se, agregó a ellos para pedir limosnas y curar a los enfermos, hasta que se fueron por no poder sustentarse.<br />Trató el siervo de Dios de irse a un desierto, para lo cual tomó el hábito de San Francisco; mudó el nombre en Lázaro, que hasta aquí había sido Juan de San Juan, como su padre; y aunque conservó el apellido fue por ser nombre de Santo, que por otro título no lo tomara, como ni hizo caso del apellido de su madre, que se llamaba Ana Heredia.. Con este nuevo traje se fue a las hermitas de Chircales, distantes tres leguas de Jaén; en esta soledad vivió algunos años en compañía de un antiguo ermitaño, a quien dio la obediencia y le tuvo por maestro; éste una noche a deshora se enfadó con el hermano Lázaro y entre otras cosas le dijo que se fuera de la hermita y no parase allí aquella noche, y vio que dos o tres demonios iban de él a su maestro muchas veces, sembrando discordia, y muy alegres le echaban del desierto. Entróse a su hermano padre, díjole lo que pasaba, pidiéndole, arrojado a sus pies, perdón, por si lo había ofendido, y dado alguna causa a su enfado; y conociendo los dos la astucia de Satanás, hicieron concierto de no darle jamás ocasión de risa al demonío, y así lo cumplieron el tiempo en que estuvieron juntos.<br />Antes de continuar la historia me parece oportuno hacer un breve comentario. Ni en los libros de sepelios ni en ningún documento sobre Chircales, aparece ningún ermitaño, llamado Juan. Es muy posible que éste viviera en la primera etapa del eremitorio y no tengamos documentación escrita sobre ello. Ginés de Nápoles hace referencia a Fray Fernando, del que hemos hablado. A este ermitaño habría que situarlo en esta primera etapa. Es curioso que sea su oficio el de cordonero, como era el hermano de Ginés de Nápoles.<br />Después de esta precisión, continuemos la historia y vida de nuestro personaje.<br />Estuvo en Chircales unos años y posteriormente, enterado de que un ermitaño de Toledo había dejado libre la ermita del Zumel de Jaén, se vino a vivir a ella. El cronista nos explica su nueva vida: Nunca tuvo puerta la erinita, su adorno era un crucifijo, una imagen de Nuestra Señora, una corona de espinas, que se ponía los viernes, mucho cilicios diferentes y una pileta de agua bendita. Su cama se componía de unos palos en el suelo, sobre ellos una estera con un pellejuelo, una frezada para abrigarse y una piedra para cabezera. Todas las noches hacia una disciplina de sangre y luego tenía larga oración.<br />Todos los habitantes de la ciudad lo tenían por un santo y lo admiraban se puso enfermo, lo trajeron a la ciudad, le dieron los sacramentos y murió como un auténtico santo. El cronista dice que era tan apreciado y querido por todos en la ciudad que le visitó el Obispo Don Sancho de Ávila y Toledo ... y él mismo en persona le llevó los sacramentos, acompañado de lo lustroso de su Iglesia.<br />El Lcdo. Pedro de Buxeda (o Bujeda) es el receptor de la orden del entones Obispo de Jaén Don Sancho Dávila por la que manda que se le envíe relación de los ermitaños que viven en Chircales y de los bienes que éstos poseen, de los bienes de la ermita y la copia de la licencia del Obispo que les autorizo para llevar el hábito de ermitaño. Este decreto de fecha 12 de mayo de 1609 es ejecutado por el Lcdo. Trujillo, Párroco de Valdepeñas, actuando de notario Joan de Medina.<br />En la comunicación a Pedro de Buxeda se dice que fue el primer residente en dicho lugar, sin embargo el mismo responde que no fue el fundador del dicho sitio, ni sabe quién lo fue, ni tiene papeles algunos, aunque siempre han tenido la bendición de los obispos de Jaén todos los ermitaños, que están en dicho sitio de Chircales. No sabemos cuándo entró en el eremitorio. significativo que diga que el no fue el fundador de dicho recogimiento ni sabe quién lo fue. Lo cual indica que la experiencia eremítica hacía bastante tiempo que había empezado, ya que no tiene memoria histórica de ello.<br />Éste presbítero es de Córdoba y no se puede excluir que estuviere influenciado por el movimiento espiritual del Maestro Ávila, que tanta incidencia tuvo en Córdoba con su predicación.<br />Junto con Pedro de Buxeda se encuentran en este momento en Chircales los siguientes:<br />Blas de Osuna, que es natural de Granada, recibe la autorización para tornar el habito el 23 de junio de 1590 del Lcdo. Olea, Provisor del Obispado, previa la información favorable de vida ejemplar y buenas costumbres. En la autorización el Obispo manda que el Prior le señale una celda y ordena a los, presbíteros y vecinos de Valdepeñas que le ayuden en su recogimiento, si fuere necesario, con sus limosnas.<br />Diego Ruiz de Aranda es vecino de Valdepeñas. Lo autoriza para tomar el hábito de San Pablo primer ermitaño, el Obispo Don Sancho Dávila y Toledo, ya que puede vivir de sus bienes y de su patrimonio y no tiene necesidad de pedir limosna. Ha sido informado de su virtud, humildad y buenas costumbres y especialmente de su perseverancia, ya que lleva doce años esperando recibir el hábito. Le concede esta autorización el día 25 de mayo de 1607.<br />En ausencia de Ginés por enfermedad, éste lo nombra su sustituto hasta tanto que nombrara nuevos patronos.<br />Alonso Sánchez y Alonso Morales, cuyo origen y actividad desconocemos. El Hermano Alonso Sánchez, con la autorización del entonces Prior de Valdepeñas D. Cristóbal Ruiz de Villavicosa arrendó el Huerto de Chircales a Antón Moreno.<br />Fray Fernando. En un testamento Ginés de Jesús introduce este nuevo personaje, del que dice que es ermitaño, y que tenía en el dicho sitio unos bienes, que él le compró. Este religioso creo que puede ser un franciscano o capuchino, ya que estos tuvieron posteriormente residencia en el Castillo de Locubin y eran muy aficionados a la vida eremítica y al silencio. Este ermitaño pertenece al primer grupo de ermitaños, cuyos nombres desconocemos.<br />Fernando del Salto Escobar, presbítero. De este personaje sabemos que Ginés de Nápoles en el testamento le dejó la ermita y los bienes del patronato en testamento hecho ante Miguel de Minguilosa con la condición de que de las rentas hiciese un cuerpo para la Iglesia y dejase cierta renta después de su muerte. El predicho ermitaño murió sin cumplir lo pactado. No sabemos de donde era. Posiblemente de Jaén.<br />No se indican en este documento ni el día ni la fecha de esta cesión.<br />Parece Ser que Ginés se sentía ya enfermo y se fue a Jaén con su sobrino y cuñada.<br />Ante la muerte, tal vez inesperada, de Fernando del Salto, Ginés volvió a Valdepeñas y exigió a su hermana Dñª Luisa de Escobar, su heredera, que le entregara 24 ducados, que puso a disposición de los nuevos patronos para façer el primer Cuerpo de la Iglesia questá comenzado.<br />Ginés de Nápoles, que fue nombrado patrón por Gaspar Lucas, es el personaje central y fundamental. Va a vivir en Chircales al menos treinta años. Es el que selecciona a los ermitaños, previa la autorización del Obispo.<br />Parece ser que tenía cierta cultura, al menos por la forma de firmar que es lo único que conocemos por una declaración prestada en un juicio.<br />A su muerte es cuando surge el largo pleito que vamos a comentar muy ampliamente.<br />En el testamento de Gaspar se afirma que junto con Ginés se encuentra en dicho recogimiento Pedro de Arenas, que fueron seleccionado por él para que habite en el dicho recogimiento.<br />En el 3 de marzo año 1640 muere en Valdepeñas el ermitaño Alonso de San José. En testamento otorgado ante Cristóbal Ruiz el día 11 de agosto de 1638 mandó que se le hiciese entierro de medio acompañamiento y se dijesen 60 misas. De ellas cuarenta se debían decir en la ermita de Chircales, dos en la iglesia mayor y dos en el convento de San Francisco. Aunque confiesa que es pobre, deja 8 reales para la ermita de santa Ana, y otros cuatro para la ermita de San Sebastián.<br />Aunque ya conocíamos que los sacerdotes que pertenecían a este grupo debían de decir misa en Chircales e incluso, en ocasiones el mismo párroco, es la primera que vez, que en un testamento se manda que se digan cuarenta misas en la ermita de Chircales.<br />A partir de este momento el eremitorio va a decaer, ya que no se incorpora a él ningún sacerdote.<br />En los años siguientes aparece casualmente el nombre de otro ermitaños:<br />Juan Díaz, que murió en Valdepeñas el día 4 de noviembre de 1646. Murió sin hacer testamento. El predicho ermitaño era natural de las Montañas, obispado de Oviedo. El Prior hizo un recuento de los bienes que tenía a su muerte, haciendo la siguiente relación que nos ayuda a ver el sistema de vida que llevaban estos ermitaños, tan pobres y austeros:<br />Hallóse una libranza de fanegas de trigo que le dio el Sor. Cardenat y se bendieron a veinte y cuatro reales.<br />Halláronse otras quatro fanegas y nuebe celemines de trigo que cojió en el haza de Chircales y se bendieron al precio dicho arriba.<br />Hallóse en poder de Catalína Martínez, viuda de Pedro Gómez veinte reales del resto de un poco cebada que le compró.<br />Más quince reales y tres quartos que tenia en la celda y los tomó y guardó Juliana Sánchez y me los dio.<br />Más doce reales en que se le bendió al ermano Francisco un ábito biejo y un camisón biejo y una freçada bieja.<br />Más cuatro reales en que se le bendió al ermano Francisco un açadón pequeño del ermitaño de un escardillo.<br />Montan los bienes que se hallaron trescientos y catorce reales y seis quartos, con los quales ay para pagar un real de visita y la limosna de cera y colecturía de ciento y nobenta y cuatro misas.<br />Descubrirnos la gran pobreza de este hermano. Nos llama la atención la venta de un escardillo y azadón, ya que se dedicaban fundamentalmente a estas tareas agrícolas. Nos da también la noticia de que los ermitaños seguían trabajando en el haza contigua a la ermita, correspondiéndole a él de esta siembra cuatro fanegas de trigo y nueve celemines.<br />Quizás la noticia más interesante sea el constatar que el Obispo de Jaén y Cardenal D. Baltasar Moscoso y Sandoval se acordara de ellos y les entregara una libranza de seis fanegas de trigo, tal vez para que la cobrara en la tercia de Valdepeñas. Es extraño que haya venido de Oviedo a Valdepeñas, posiblemente ello sea explicable por la existencia de carboneros en Valdepeñas de aquella región.<br />Juan de Contreras, natural de Campillo de Arenas, murió en Chircales, donde le enterraron, el día 13 de julio de 1648. Era tan pobre que no hizo testamento, ya que no tenía bienes. Al entierro vino de Campillo de Arenas un hermano suyo, que pagó 20 misas por su alma. El hermano Francisco (otro ermitaño) pagó a la colecturía 27 misas o porque le debía el dinero el dicho difunto o por ser su voluntad de querella hacer bien.<br />Francisco de Chircales murió el 23 de mayo de 1649. No hizo testamento, pero hizo una memoria ante tres testigos, ya que no sabía escribir: Mandó que se tomase una bula de difuntos a su muerte. Mandó que se le dijesen dos misas en el altar privilegiado de la Iglesia mayor de Jaén. Mandó dos reales a cada una de las cuatro cofradías desta villa. Mandó que se dijesen cuatro misas rezadas por personas que tubiesen cargo. Mandó que todos los bienes que están referidos en la dicha memoria y los demás que se hallaren ser suyos, se vendan y pagado todo lo referido de entierro y demás cosas que ordena. El residuo se le diga en misas.<br />Juan de Jesús María murió y fue enterrado en Chircales el 31 de diciembre de 1655. Hizo un memorial ante ciertos testigos y mandó lo siguiente: Que su entierro se hiciese de medio acompañamiento y se hizo como lo ordenó y dijo el oficio y misa Fray Crístobal de la Chica, religioso de San Basilio y lo firmó. Mandó que a disposición de los albaceas se dijesen veinte misas que se pueden decir con tres ducados en la parte donde les parezca y luego incontinente dispusieron los albaceas que se dijesen las misas en esta iglesia y otras en el convento de la Esperanza, que está junto a Cazalla, téminlo de Cambil, que es de monjes basilíos y mandó que se dijesen en esta iglesia 24 misas y mandó que se dijesen en el dicho convento de los Basilios otras quarenta rnisas y mandó que se dijesen tres misas de ánima en nuestra señora de la Capilla de San Ilfonso de Jaén y mandó a dísposición de los albaceas se distribuyesen ocho fanegas de trigo en limosnas o en tras obras pías.<br />Del testamento de este hermano se deduce, que los ermitaños tenían unas íntimas relaciones con los Basilios y que estos venían con mucha frecuencia por Valdepeñas, ya que son muy frecuentes en los testamentos, especialmente a partir de esta época, las mandas de misas para que se apliquen en el convento de estos religiosos, situado en el Barranco de Monasterio o Cazalla, término en la actualidad de Carchelejo.<br />Juan Cano es el primer ermitaño que aparece como viudo, ya que los demás eran solteros.<br />El uno de agosto de 1659 fue sepultado en la Iglesia desta Villa de Baldepeñas Juan Cano, viudo de María de Rebilla, hermitaño en el sitio de Chircales, término desta villa, el qual no hizo testamento y testó por él Marcos de Sepulveda, príor de dicha iglesia y mandó que su entierro fuese de medio acompañamiento y que se le dijesen 25 misas.<br />Antón López de Pareja murió el día 8 de febrero de 1661 en Chircales, donde fue enterrado: El qual hizo su testamento ante Pedro de Puerta RobIes, escribano desta villa y mandó que su entierro fuese menor y para pagar dicho entierro se bendan algunos bíenes que tiene y que lo que sobrare se le diga de misas y que para lo así cumplir nombra por albaceas al Lcdo. Diego Murillo del Rayo, presbítero y le daba poder para bender y cumplir todo lo aquí contenido; el dicho Diego Murillo con yntervención y asistencia del Lcalo. Martín de Baeza de Herniosilla, vice-prior de la dicha iglesia y yo eldicho colector se bendíeron los bienes que se allaron suyos, de que procedió para decir por su alma 78 misas en esta Iglesia.<br />El hermano Sebastián Pérez murió el día 7 de septiembre mil seiscientos setenta y un año. Este hermano fue enterrado en la parroquia y no en Chircal es, posiblemente, porque era natural de Valdepeñas y tenía familia en esta ciudad, abandonando Chircales por razones de salud antes de su muerte. Éste no es tan pobre como los anteriores, ya que poseía un horno, y un haza. Otorgó testamento ante Pedro de la Puerta Robles el cinco de febrero de 1661. El tenor de éste es el siguiente: Por el qual mandó que se dé a cada una de las cofradías desta villa a cada una cuatro reales de limosna y que se le comprara una bula de difuntos y que se le hiciese un novenario a los ocho días después de su entierro; y al cabo del año un oficio de difuntos y que, se le digan en esta Iglesia ducientas misas y una en Nuestra Señora de la Capilla de la ciudad de Jaén y a redención de cautivos cuatro reales y a los santos lugares otros cuatro reales y a la ermita de Santa Ana seis reales y a la de Santa Bartolomé otros seis reales y a la del Señor San Sebastián cincuenta reales de limosnas y sobre un orno y una haça y una media casa que tenía en esta villa impuso seis misas raçadas en cada un año perpetuamente y mandó que su entierro fuese mayor.<br />Pedro Álvarez Rodríguez, natural de Medina de Rioseco, en Castilla la Vieja, hijo de Pedro Álvarez y de Isabel Rodríguez, murió el día cinco de enero de mil seiscientos setenta y seis años. Testó por medio del Señor Antonio Manuel de Lucena y Palomino, prior desta iglesia y de algunos trastes que tenía se le juntaron para quince misas de a dos reales y de limosna mandó el Señor Prior se Ie hiciese entierro mayor.<br />Juan de la Chica Fajardo murió el veintisiete de octubre de 1679. El predicho otorgó testamento ante Pedro de la Puerta Robles, escribano de esta villa, en fecha doce de diciembre del presente año e mandó que su entierro fuese de medio acompañamiento. A los lugares santos de Jerusalén un real; a la redención de cautivos otro; y que le comprasen una bula de difuntos y que le dijesen veinte misas en esta igIesia y veinte en el convento de la Santísima Trinidad de Jaén y una en Nuestra Señora de la Capilla y otra en la Iglesia mayor.<br />El hermano Juan León murió el día 19 de enero de 1680.<br />Otorgó su testamento ante Pedro de la Puerta. Mandó que su entierro fuese de medio acompañamiento y que se le dijesen cuatro misas de ánima. Tres en la capilla de la ciudad de Jaén y otra en la iglesia mayor y que se le dijesen en esta iglesia cuarenta misas y beinte por las ánimas de sus padres y a cada una de dichas cuatro ermitas de esta villa un real y dos para los santos lugares y dos para la redención de cautivos y que se le comprase una bula de difuntos.<br />Dicho hermano parece ser que muere en Valdepeñas, donde tenía familia, asistiendo a la ermita de Santa Ana, como santero.<br />Blas Soriano murió el seis de agosto de mil seiscientos ochenta y tres años<br />en Chircales. Hizo testamento ante Pedro de la Puerta Robles: Mandó que se le dijesen por su ánima e intención cuarenta misas de colecturía en esta iglesia y asimismo mandó a los otro lugares santos de Jerusalén un real de limosna y a la redención de cautivos otro real y que se le comprase una bula de difuntos.<br />Gregorio Serrano de la Paz murió el día 25 de agosto de 1689.<br />Hizo su testamento ante Pedro de la Puerta y mandó que su cuerpo fuese sepultado en la ermita del Santo Cristo de Chircales de dicha villa y que su entierro fuese de medio acompañamiento con misa i bigilia y mandó a los lugares Santos de Jerusalém un real de limosna y otro real a redención de cautivos y que se le comprara una bula de difuntos luego que muriese y mandó que se le dijesen por su ánima e intención quarenta misas de colecturía en la Iglesia parroquial de dicha villa y mandó para la lámpara del Santo Cristo de Chircales una arroba de aceite y dejó por usufructuario de una casa pequeña, que es en esta villa, a Cristóbal Merchán, su sobrino, por tiempo de nueve años, que abrán de correr desde el día de su fallecimiento; y después que fuese en propiedad y en posesión de ella a Simón Gómez Guijarro, asímesmo su sobrino, y a sus hijos y sucesores con carga de que en cada un año, así el uno como el otro, le dijesen una misa de colecturía en la Iglesia del Señor Santiago de dicha villa. Y nombró por sus albaceas a Juan Serrano de la Paz, su ermano y al ermano Francisco Moreno, a que me refiero.<br />El hermano Manuel de Flores murió el diez de abril de 1692. Fue sepultado en la Iglesia de Valdepeñas, siendo ermitaño de la ermita de Santa Ana. Hizo testamento ante Pedro de la Puerta Robles y mandó que se dijesen por su ánima doce misas en Nuestra Señora del Rosario desta Villa. Dejó por heredera a su hermana Inés de Ocaña, y por albaceas a Juan de Arias, presbítero, y mandó a los lugares santos de Jerusalen y a la redención de cautivos dos reales, y el Lcdo. Juan Fernández Rojo, prior de dicha iglesia y demás clérigos sirvientes ordenaron de caridad el enterrarlo con entierro de medio acompañamiento por haber servido en la dicha ermita.<br />Puede ser que se trate de un santero, aunque existe la posibilidad de que se encargara a los ermitaños el cuidado de estas ermitas, al dejar Chircales, por razones de salud y venirse con la familia al pueblo.<br />El hermano Francisco Moreno Piedrabuena nació el día 15 de diciembre de 1625 y muere el día 15 de septiembre de 1692. Sus padres se llamaban Martín Moreno y Úrsula Martínez. Hizo testamento ante Pedro de la Puerta Robles el 8 de octubre de 1692. Era natural de Valdepeñas. Es uno de los hermanos que posee algunos bienes en el mismo pueblo. Le hicieron entierro mayor y se enterró en Valdepeñas. Mandó que se le dijeran quinientas misas por su alma. Dejó en su testamento 20 reales para el Cristo de Chircales. Nombró como albacea testamentario a Juan Ruiz Cortecero y al hermano Gregorio Serrano. Nombró como heredera de sus bienes a su hermana Úrsula Martínez Moreno, mujer de Alonso Ramos. Les dejo en usufructo una casa que tenía en la calle Encinilla, que linda con la calle que sale del Egido a la ermita de Santa Ana. La otra en el Bahondillo. Muertos sus sobrinos, estos bienes pasarían al Santo Cristo de Chircales con la condición de que le aplicaran perpetuamente 4 misas.<br />El 8 de septiembre, en un nuevo codicilo, deja a la ermita un haza de labor que está cerca de la ermita y que en su momento compró a Antonia Rivilla. A la Cofradía del Santísimo Sacramento deja un haza que tenía en la Ventilla. A la ermita de San Bartolomé deja una casa con la condición de que le digan dos misas en los meses de julio y agosto.<br />Nos consta, por una fundación hecha en el año 1749, que el ermitaño Francisco Moreno fundó una memoria para que se aplicaran por él cuatro misas rezadas, dejando con este fin un huerto a Alonso Romas y a su mujer Úrsula Ramos y a sus hijos.<br />Es significativo que en esta fundación no se habla de ermita sino de Santuario del Cristo de Chircales.<br />El hermano Juan Martínez de León muere el día 26 de marzo de 1702. Hizo testamento ante el escribano público de Valdepeñas Juan Gallego de Quesada. En el testamento pide que le entierren en Chircales, y que puesto que no tiene bienes, deja a disposición del Ilmo. Sr. Obispo de Jaén el que se le dijeran algunas misas y abiendole consultado el Prior, respondió por carta que en cuanto a las misas su Ilma. Le mandaría decir las que gustase.<br />Era el administrador de los bienes del santuario.<br />Parece ser que estaba en este momento como ermitaño y capellán el presbítero Juan Montilla y el hermano Martín de Espinosa.<br />Era Obispo de Jaén en este momento. D. Antonio de Brizuela y Salamanca, al que se ve que no gustó mucho la carta del párroco, que como notario transcribe en el testamento la respuesta de S. Ilustrísima.<br />Matías de Ecija nace en Valdepeñas y murió a la edad de 85 años el día 30 de septiembre de 1750. D. Antonio de Brizuela y Salamanca, Obispo de Jaén, lo nombró administrador de los bienes del Santuario el 6 de marzo de 1702, estando como ermitaño casi cincuenta años.<br />El 6 de octubre de 1706 recibe en escritura pública ante el escribano Juan Gallego de Quesada, la donación de ocho fanegas de tierra, colindantes con el Santuario, hecha por D. Pedro Padilla y Pacheco. Era considerado como el Ermitaño mayor. Junto con él está también el hermano Juan de Rosales, que firma como testigo en la agrupación de varias capellanías, como veremos posteriormente.<br />En el año 1754, el uno de septiembre, muere el hermano Lázaro Valdivia. Le entierran en Chircales y hace gratuitamente el entierro Juan Diego González, que en aquel momento era mayordomo de la parroquia.<br />El 1772 aparece un ermitaño, que era viudo de Ana de Torres Marchal. Murió el 23 de agosto y se enterró en el santuario, siendo éste muy pobre y no poseyendo ningún tipo de bienes.<br />Con este ermitaño parece ser que termina la vida eremítica de Chircales.</span> </div>José Manuel Marchalhttp://www.blogger.com/profile/14962946060265929235noreply@blogger.com0